MISIÓN

En nuestro país sigue imperando una lógica delegativa de la democracia, en la cuál el único ejercicio democrático previsto para la ciudadanía es el del voto cada 2 o 4 años. Esta lógica, que opera en detrimento de una democracia delegativa, redunda en instituciones públicas reactivas a la incorporación de la participación ciudadana en sus procesos de toma de decisiones y atravesadas por una cultura de la opacidad sobre la información sobre sus actos y decisiones. En contraposición, es necesario trabajar por una democracia más participativa y un Estado abierto para toda la ciudadanía, en particular para los grupos que más padecen la desigualdad y la exclusión en todas sus formas (política, económica, simbólica, cultural, etc). Para lograr que esta participación sea efectiva, vamos a impulsar que el Estado disponga la información pública suficiente y accesible, tanto sobre la forma en la que cumple con sus obligaciones en materia de derechos humanos como sobre las actividades del sector privado que impactan en los recursos y servicios públicos.

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