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Universidades públicas argentinas: la baja en los rankings

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Facultad de Derecho de la UBA.
Facultad de Derecho de la UBA. — X (@UBAonline)

La Universidad de Buenos Aires (UBA) fue elegida entre las 100 mejores universidades del mundo según la consultora británica QS que se publicó hoy. Sin embargo, hubo una baja con respecto del año pasado, al igual que en otros rankings mundiales.  

En detalle. 

La UBA fue la única universidad de América Latina elegida en el ranking de QS, que evalúa desde 2004 la reputación académica, la salida laboral y el desarrollo científico. Este año quedó en el puesto 84, con una caída de 13 lugares. En 2024 estaba en el 71 -tras escalar 24 posiciones-, luego de quedar en 2023 estaba en el puesto 95, y en 2022 en el 67

Las bajas en los rankings. 

  • La caída se replicó en el podio del Center for World University Rankings (CWUR), que califica la educación, la empleabilidad, el profesorado y sobre la investigación: 6 universidades argentinas bajaron desde 19 hasta 78 lugares. En esta evaluación, la única institución que subió de puesto fue la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).  LaUBA, la Universidad Nacional de La Plata, la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), la Universidad Nacional de Rosario, la Universidad Nacional del Litoral (UNL), la Universidad Nacional de Cuyo (UNCUYO) y la Universidad Nacional de Mar del Plata bajaron. Además, en 2024 estaba incluida en la lista la Universidad Nacional del Sur (UNS) y este año no. 
  • En elRanking de Impactos 2025 de la organización británica Times Higher Education (THE), que mide cómo están las universidades con respecto a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas para 2030, solo la UNC quedó entre los puestos 300 y 400, y el año pasado, estaba entre el 201-300. La UNL,que el año pasado estaba entre el 401 y 600, quedó entre las 600 y las 800 mejor posicionadas. 

Además. 

El vicepresidente senior de QS, Ben Sowter, advirtió en un comunicado que “las universidades públicas argentinas se enfrentan a crecientes presiones en materia de financiación, cambios en las necesidades de la sociedad y resultados desiguales de los estudiantes, lo que suscita un debate sobre el futuro de su sistema de enseñanza superior”. Sobre esto, la UBA opinó en un comunicado: “Las universidades públicas, y en particular la UBA, atraviesan una crítica situación de desfinanciamiento en el área de investigación y de la ciencia, tanto como en los salarios de investigadores/as, docentes y nodocentes”. 
Por otro lado, el presidente del CWUR, Nadim Mahassen, señaló en informe que lo que preocupa de Argentina es “la caída de las instituciones académicas del país debido al debilitamiento del desempeño en investigación y a la escasa financiación por parte del Gobierno” y agregó: “Sin una mayor financiación y planificación estratégica, el país corre el riesgo de quedar aún más rezagado en el cambiante panorama académico global”.  

En contexto. 

El dinero destinado a las universidades le generó al Ejecutivo uno de los principales conflictos el año pasado, con dos masivas manifestaciones y paros nacionales. 

El presupuesto disponible para 2025 el área de Educación y Cultura es un 23% menor al ejecutado en 2024, según datos que la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) le brindó a CORTA. Además, informaron que “en 2024 se ejecutó un 44% menos que en 2023” y que el presupuesto vigente para 2025 es un 57% menor al de 2023.

También ACIJ constató que en 2024 se recortó el 80% del Fondo Nacional de Incentivo Docente y en 2025 no se ejecutó. Para el Desarrollo de la Educación Superior, la principal partida universitaria, se ejecutó 23% menos que en 2023.

Presupuesto en Educación y Cultura
Presupuesto en Educación y Cultura


A partir del conflicto presupuestario, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), la Federación Universitaria Argentina (FUA) y el Frente Sindical de Universidades Nacionales presentaron el proyecto de Ley de Financiamiento de la Educación Superior en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados el 28 de mayo que tiene el objetivo de proponer un piso básico de recursos para el funcionamiento y la recomposición salarial.  

El año pasado, el presidente Javier Milei vetó la Ley de Financiamiento Universitario después de acusar a las universidades públicas de no haber sido auditadas en los últimos años. Luego, el Gobierno autorizó a la Sindicatura General de la Nación (Sigen) a realizar una auditoría de las universidades.