Mauricio Macri deberá a dar a conocer los días de vacaciones y licencias que se tomó como jefe de Gobierno. Lo dice un fallo a favor que consiguió la ONG Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), que debió batallar judicialmente contra el gobierno porteño por una información que es de acceso público. Desde la gestión PRO, se resistieron a dar los datos con el argumento de que las licencias de un funcionario público son “algo privado”. El juez Hugo Zuleta resolvió que el Ejecutivo porteño deberá entregar “información completa y veraz en el plazo de cinco días bajo apercibimiento de aplicarle sanciones”.
Se sabe: Macri siempre fue reticente con la información sobre sus vacaciones, así como le molesta que se recuerde que faltó a 277 votaciones de las 321 que tuvo en 2006 como diputado. Hace dos años, Página/12 reveló las escapadas de fin de semana del jefe de Gobierno, que había acumulado hasta ese momento 33 días con viajes al centro de esquí en Aspen, Río de Janeiro y Punta del Este, donde está el complejo Torres de Manantiales, del que es dueño Franco Macri. La mayoría de las veces el líder de PRO se subía al jet personal de su padre y se borraba un jueves para volver el lunes. El ahora presidente de Chile, Sebastián Piñera, lo recibió en su isla privada en uno de estos viajes de placer. En los pocos casos en que se encontró con periodistas en los destinos a los que asistía, el jefe de Gobierno se mostró algo hosco: “Vienen a molestarme cuando intento descansar. Tengo cuatro días de vacaciones y lo único que hacen es romperme las pelotas”, les gritó a los cronistas de la revista Noticias.
Luego de la publicación de la nota, el entonces secretario de Medios, Gregorio Centurión, envió una carta a este diario quejándose por el “carácter injuriante e inexacto del artículo”, pero sólo logró desmentir uno de los viajes y confirmó involuntariamente el otro 90 por ciento. Al año siguiente, la legisladora Gabriela Cerruti acusó a Macri de haber pasado “un tercio de su mandato” fuera del país. La diputada sabbatellista contó un centenar de días en los que Macri no estuvo en Buenos Aires. Eso incluyó varias de las inundaciones y derrumbes que sufrió la ciudad, además de la confirmación de su procesamiento por escuchas ilegales, que lo encontró en Santo Domingo.
El 2 de marzo de 2010, la asociación ACIJ volvió a molestar al jefe de Gobierno cuando solicitó que le suministrase los días de licencias por vacaciones que se tomó como funcionario público en los años 2008, 2009 y 2010. Además, quisieron saber si se había tomado otras licencias con goce de sueldo y por qué motivos. Como en la gestión PRO les negaron esa documentación pública, iniciaron una causa por derecho al acceso a la información en el fuero Contencioso Administrativo porteño.
En la causa judicial, el Gobierno porteño defendió con uñas y dientes la decisión de no dar a conocer a los vecinos cuántos días de licencia se toma su mandatario. “No se encuentra referida a ningún acto de gobierno”, pretextaron ante Su Señoría. El juez Zuleta advirtió en su fallo que los pedidos de información a un organismo de gobierno “sólo pueden denegarse con carácter excepcional”. Recordó, además, que el jefe de Gobierno tiene entre sus obligaciones “poner a disposición de la ciudadanía toda la información y documentación atinente a la gestión de Gobierno”. “Es evidente que la información acerca de los días de licencia que haya tomado es atinente a la gestión y al desempeño del funcionario, por lo que tiene carácter público”, concluyó el juez.
Por Werner Pertot