Prensa12.12.11
ACIJ
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Plazas lindas o feas según el barrio (Diario Z)
12/12/11
El GCBA apeló un fallo que le exigía mejorar las plazas en las villas tal cual se hace en toda la Ciudad.
Así lo determinó la Justicia: no acondicionar las plazas de las villas como las de Caballito, Almagro o Palermo es también una forma de discriminación. Mientras que la igualdad parecía haber llegado a los parques con el fallo de primera instancia que exigía a las autoridades poner en idénticas condiciones los espacios públicos de las villas como los del resto de los barrios de la Ciudad, el gobierno porteño apeló la medida esgrimiendo que no incumple ningún deber. En tanto la Cámara de Apelaciones no se expida sobre el tema, los vecinos deberán hacerse cargo de sus plazas sin la presencia del Estado.
La causa arrancó cuando la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) notó que las mejoras y arreglos que el Ministerio de Ambiente y Espacio Público del gobierno porteño promocionaba en su página web para los parques de la no se percibían en las plazas de los barrios más humildes como las villas. La asociación presentó un recurso de amparo ante la Justicia intimando al Gobierno “a cesar en la práctica discriminatoria y de exclusión de las villas porteñas”.
“Entendimos que el trato diferencial que el Gobierno daba a los barrios más humildes era por ser una zona no visitada por turistas o no habitada por gente de mayores recursos y que, además, tienen muchas menos posibilidades de queja y de visibilidad”, señala Mauro Chellillo, abogado del programa Derechos y Construcción Comunitaria en Villas de la ACIJ. Aparte de la discriminación, el amparo presentado por la asociación civil se funda en los derechos del niño al esparcimiento, a un ambiente sano y al trato igualitario.
Según datos del Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC), actualmente hay más de 129 mil habitantes entre las 23 villas y NHT (núcleos de hogares transitorios), de los cuales 15 mil personas viven en ranchos, casillas precarias y en locales no construidos para la vivienda. Todas las villas tienen sus plazas y espacios de esparcimiento creados y acondicionados con el esfuerzo y los recursos de los vecinos. Algunas no son más que un terreno baldío de tierra o de cemento en donde los jóvenes juegan a la pelota o adoptan como lugar de encuentro.
“Tenemos una sola placita que arreglamos entre los vecinos con una calesita manual toda rota… Era un terreno baldío que lo intentamos convertir en algo más lindo”, relata Dionel Pérez, referente de la Villa 20. “No tenemos ningún espacio verde en el barrio. La única plaza que hay es toda de cemento y fue hecha por los vecinos: compraron las rejas, la pintura y pusieron las mesitas. Del Gobierno sólo mandaron un tobogán de plástico”, explica Luis Ledesma Lobos, vecino de la Villa 1-11-14. “Hay sólo dos plazas que tienen el césped en muy mal estado y sólo una tiene juegos. Sería importantísimo tener un lugar en donde los chicos puedan divertirse”, señala Raúl Penayo, preceptor de la escuela de oficios Nuestra Señora de los Milagros de la Villa 21-24. “Con nuestros pocos recursos queremos convertir una plaza que está casi abandonada. Estamos haciendo ferias del plato entre los vecinos para recaudar fondos”, sostiene Luis Espinoza, referente de la manzana 1 de la Villa Rodrigo Bueno.
En su fallo de agosto, el juez Roberto Gallardo, ex titular del Juzgado de Primera Instancia en lo Contencioso, Administrativo y Tributario Nº 2 de la Ciudad y actualmente designado en forma interina como defensor general adjunto, ordenó al gobierno porteño “el cese en la omisión discriminatoria incurrida, procediendo en lo inmediato a confeccionar el plan de obras pertinente para el reacondicionamiento y/o emplazamiento de plazas y espacios verdes, en la totalidad de la villas, bajo idénticos parámetros previstos para los barrios de zonas urbanizadas”. El Gobierno apeló. “Tenemos la expectativa de que el fallo sea favorable porque lo que está en juego es el trato igualitario hacia los ciudadanos”, sostiene Chellillo.
Por Alejandra Hayon
Diario Z