Prensa01.11.11
ACIJ
/ Prensa
Más poder y menos control para el tercer mandato kirchnerista (El Cronista)
01/11/11
Con el
contundente resultado en
las urnas, el
Gobierno iniciará un
nuevo mandato con
más poder:
alta legitimidad electoral,
cómodas mayorías en
ambas Cámaras del
Congreso y
gobernadores afines en
casi todas las provincias.
Pero eso no
es todo. A la par, el
Ejecutivo tendrá mayor
influencia en los
principales órganos de
contralor del
país haciendo del control
gubernamental una mera ilusión óptica.
Por un
lado, la
Unidad de
Información Financiera (
UIF), la
Sigen y la
Oficina Anticorrupción (OA)
dependen directamente del
Ejecutivo. En
tanto, en la
Auditoría General de la
Nación (
AGN), 4 de
sus 7
integrantes son del
oficialismo.
Esa misma tendencia se
repite en la
esfera judicial
donde el
organismo encargado de
seleccionar y remover a los
jueces: el
Consejo de la
Magistratura,
cuenta con
mayoría de
miembros afines al
gobierno,
luego del
recambio el
año pasado.
En
ese contexto, los
especialistas temen que con un
Ejecutivo más fuerte se
acentúe aún más la
injerencia sobre el
“control” en el
país. El
“desempeño” de
todos estos organismos ya viene siendo blanco de
duras críticas por “inoperancia,
falta de
independencia y
poca transparencia”. Y los
pronósticos no son
alentadores: los
expertos consultados coinciden que en general los
mecanismos de control en la Argentina
están “desguazados” y
todo indica que nada
cambiará, dado
que –sostienen– no
existe voluntad política para eso y
menos ahora con
mayorías en el
Congreso.
n El
diseño institucional de la
Auditoría General de la
Nación,
que es un
cuerpo colegiado con
representación de los
partidos, no
ayuda,
coinciden los
especialistas. La
AGN depende del
Congreso, no del
Ejecutivo y
si bien la
presidencia de
ese órgano está siempre a cargo del primer
partido de la
oposición,
las decisiones que toma el
organismo se
aprueban por mayoría de
sus integrantes.
“Sería necesario que cambie la
composición por ley y
que exista representación de
las minorías y
también abrir el
juego a
que la
sociedad civil
pueda participar”,
opinó el
coordinador del
programa Acción Ciudadana y
Lucha contra la
Corrupción de
ACIJ, Luis
Villanueva.
n La
Sigen es el
organismo que supervisa las normas de control
interno del sector
público y
depende directamente de
Presidencia. El
hecho de
que la
Sigen esté dentro del
Poder Ejecutivo no
está mal
aunque debería existir una mayor
autonomía de los
auditores internos de los
ministerios y
más transparencia,
coinciden los
consultados.
“Este organismo ha
involucionado en
términos de
acceso a la
información, los
informes no
están más en la web,
si uno los
quiere tiene que hacer un
tramite burocrático”,
apuntó el director de
Poder Ciudadano,
Hernán Charosky.
n La OA
es un
órgano que actúa después,
una vez que se
detectan irregularidades.
“Hace mucho tiempo que no
realiza nuevas investigaciones,
sino que se
limita a
seguir las causas que quedaron de
antes”,
aseguró Charosky.
n La
UIF es otro de los
organismos que necesitaría reformas para lograr mayor
independencia y
eficacia.
“No solo
viene siendo cuestionado en el
país. A
nivel global la Argentina
está en la
lista de
países grises”,
explicó el
diputado Gustavo Ferrari.
n
Poder Judicial. El control no
sirve mientras no
existan sanciones de los
casos de
corrupción. En
ese sentido,
todos los
expertos destacaron la
necesidad de mayor
independencia de los
poderes político y
económico.
“Hay que replantear el
funcionamiento del
Poder Judicial,
las causas de
corrupción terminan prescribiendo, los
jueces no
sancionan”,
apuntó Villanueva.
A
modo de
ejemplo, en el
último año según el
relevamiento de
ACIJ prescribieron 10
causas importantes de
corrupción,
como:
Tandanor,
Yoma,
IBM-Banco Nación, la de
Menem por la
venta del
predio La Rural y
IBM-ANSeS.
El Cronista