Este mes se conoció que las actuaciones judiciales ya permitieron recuperar más de tres mil millones de dólares del circuito de la corrupción en el que participaron prominentes políticos, funcionarios y empresarios brasileños. Recuperar el dinero de actividades ilegales es uno de los capítulos más complicados en este tipo de investigaciones que apuntan a actividades con grandes recursos para la ingeniería económica.
Las estadísticas de resultados judiciales también avalan fuertemente lo actuado por los fiscales y jueces brasileños. Una de las fiscales que participa del proceso y que estuvo estos días en Buenos Aires, Isabel Groba Viera, informó que el Lava Jato abarca 1.765 investigaciones judiciales, en las que ya se dictaron 97 prisiones preventivas, 210 condicionales coercitivas, 104 prisiones temporarias, seis detenciones en flagrancia y -lo más impactante- 144 condenas en apenas tres años desde que comenzó la investigación.
Se trata de resultados impactantes a ojos argentinos. El año pasado el Observatorio de Corrupción de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) publicó un estudio que expuso que solamente siete de las 63 grandes causas por corrupción investigadas por la Justicia argentina en los últimos 20 años, terminaron en condena.
Además, las causas por corrupción demoran en Argentina hasta 18 años y el 75 por ciento de los casos más resonantes todavía continuaban en trámite cuando se conoció la estadística en julio de 2016.
Para dar más datos desalentadores sobre la actuación de la Justicia argentina en casos de corrupción: sólo el 15 por ciento de las investigaciones llega a la etapa del juicio oral.
En su paso por Buenos Aires la fiscal brasileña hizo una afirmación que interpela a todo el sistema argentino: “En un escenario de impunidad no hay lugar para la colaboración premiada” dijo, en referencia al mecanismo legal brasileño que perdona condenas a los corruptos que acepten confesar sus culpas y señalar al resto de los implicados en las maniobras ilegales.
“Si es posible interponer infinitos recursos y apelaciones para demorar el proceso, la delación premiada no es posible”, opinó la fiscal brasileña, en una consideración que todos relacionaron con lo que sucede en Argentina.
La estadística nacional es trasladaba a lo que sucede en provincias como Córdoba, donde fue creado un fuero especial para estas causas, el fuero Anticorrupción, que en 13 años de existencia sólo emitió siete condenas y metió presa a una sola persona pese a las numerosas denuncias por corrupción conocidas en la última década.
En este momento las autoridades judiciales que llevan adelante el Lava Jato están sufriendo una fuerta embestida del gobierno del presidente Michel Temer, involucrado en supuestos hechos de corrupción por varias de las delaciones premiadas de empresarios. También se espera que en estos días se conozca la primera sentencia contra el expresidente Lula da Silva, acusado en cinco procesos penales.
El Lava Jato investiga numerosos hechos de corrupción en los que están involucrados políticos, funcionarios, intermediarios y también grandes empresas brasileñas como Petrobras, Odebrecht, Camargo Correa, Andrade Gutierrez y OAS, que pagaron coimas por miles de millones de dólares para conseguir grandes obras públicas en todo el continente.