Una ONG inició una causa porque Macri se negaba a responder sobre sus días de descanso. Las cuentas de la oposición son diferentes. La legisladora Gabriela Cerruti denunció que el jefe de Gobierno estuvo “un tercio de su mandato” fuera del país.
Se supo: Mauricio Macri finalmente dio a conocer la cantidad de días que se tomó de vacaciones. Según el jefe de Gobierno, en los primeros tres años de su gestión estuvo fuera del país 82 días, pero sólo 38 de ellos fueron por “motivos principalmente de índole personal”. Es menos de un tercio de lo que calcularon sus opositores. Macri no entregó este dato en forma voluntaria sino tras ocho meses de resistirse a los fallos judiciales que le ordenaban dar esta información pública. La Ciudad debió pagar las costas de ese juicio, ante la reticencia del funcionario a contestar la simple pregunta que le formulaba la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). Tal vez pensando en su segundo mandato, en un encuentro en la UADE, Macri llamó a “recuperar la cultura del trabajo”.
El 2 de marzo de 2010, la ONG le pidió al jefe de Gobierno que le respondiera la cantidad de días de vacaciones que se tomó. Cuando se negó a contestar, ACIJ inició una causa en el fuero Contencioso Administrativo por derecho a la información. El 26 de abril de este año, el juez Hugo Zuleta falló a favor de ACIJ y le ordenó a Macri entregar en cinco días la información solicitada. Nada de eso ocurrió: el gobierno porteño siguió peleando para no contar en público cuántos días de vacaciones se tomaba Macri. La Cámara en lo Contencioso Administrativo advirtió que la apelación no cumplía con los requisitos mínimos de una argumentación y ordenó cumplir el fallo el 25 de agosto.
Finalmente, el gobierno porteño informó al tribunal que “desde el inicio de la gestión (10 de diciembre de 2007) hasta el año 2010, el jefe de Gobierno se encontró de viaje durante 82 días hábiles en total”. “De esos 82 días, 44 días correspondieron a viajes oficiales y 38 a viajes realizados por motivos principalmente de índole personal, aun cuando en su vida personal se encuentra investido por el rol de jefe de Gobierno”, afirmó el abogado que representaba al funcionario PRO. Estos 82 días los discrimina de la siguiente manera:
– 2008: 19 días hábiles (12 oficiales, 7 de vacaciones).
– 2009: 34 días hábiles (13 oficiales, 21 de vacaciones).
– 2010: 29 días hábiles (19 oficiales, 10 de vacaciones).
Es fundamental el uso de la palabra “hábiles”, puesto que podría dar a entender que Macri piensa que sólo es jefe de Gobierno de lunes a viernes en horario de oficina. Este diario reveló en enero de 2009 que, como modus operandi, el líder de PRO solía escaparse en secreto en su jet privado un jueves y volver al lunes siguiente. Con ese método había acumulado en su primer año 33 días de vacaciones.
En ese momento, desde el gobierno porteño enviaron una carta a Página/12 en la que desmintieron cuatro de esos días. Restaban los otros 29, que no se condicen con los siete días hábiles que informa Macri (aquella vez, desde la gestión PRO, sugirieron descontar “los fines de semana y el receso de fin de año”). Vale la pena recordar algunos casos: el 20 de noviembre de 2008, un jueves, Macri viajó en un vuelo de LAN hacia Estados Unidos. Volvió el lunes siguiente. El 30 de noviembre salió en un viaje oficial a Italia, pero primero se tomó unos días con su novia de entonces, Malala Groba, en Miami. El 31 de diciembre se fue otros cinco días a Punta del Este por el fin de año. Esto se repitió el 9 de enero de 2009 y el 16 de enero, cuando eligió como destino Río de Janeiro. La frutilla del postre fue el 22 de enero de ese año, otro jueves, en el que Macri viajó en su jet a Chile, donde Sebastián Piñera lo recibió en su helicóptero privado. Juntos partieron al Parque Tantauco, una isla de ensueño de la que el actual presidente chileno compró una parte (apenas 118 mil hectáreas).
Los 82 días que finalmente declaró Macri se quedan algo cortos con respecto a lo que denunció en 2010 la legisladora de Nuevo Encuentro, Gabriela Cerruti, quien afirmó que Macri estuvo “un tercio de su mandato” fuera del país. La diputada contó más de un centenar de días de viaje que ella consideró que se camuflaban como viajes oficiales. Y se preguntó por qué motivo un jefe de Gobierno necesita estar tanto tiempo fuera del país.
En el escrito que presentó el gobierno porteño no se contentaron con informar los días, como le venían exigiendo los fallos judiciales desde fines de agosto. También afirmaron que Macri nunca se toma vacaciones, porque es un funcionario electo y siempre está pensando en los porteños: “Resulta sumamente dificultoso diferenciar el ámbito personal del institucional o político. Es una ingenuidad pensar que una ‘licencia’ o ‘vacaciones’ del funcionario cuya responsabilidad es la dirección política de una ‘Ciudad-Estado’ de la magnitud de Buenos Aires le permita la abstracción de sus funciones como lo puede hacer un jefe de departamento o un director de la Administración”, se lee en el texto presentado por el abogado de Macri. Así, mientras toma sol en Punta del Este, Macri no cesaría de preocuparse por dónde se hará el próximo doble carril. Sus escapadas a Estados Unidos para esquiar también irían acompañadas de una profunda meditación sobre los controles a las obras en la Ciudad.
Por Werner Pertot