A pesar de que crecen los recortes de fondos desde Nación para combatir la enfermedad, en Salta hay un arduo trabajo por parte de los equipos sanitarios.
Por Pablo Ferrer.
A pesar de ser endémico en Salta y de alta peligrosidad para la salud, el mal de Chagas está muy al margen del conocimiento público. Los equipos sanitarios realizan un gran esfuerzo para tratar de controlar y prevenir esa enfermedad, pero cada vez con menos recursos por parte de Nación, como se dio a conocer ayer en este diario.
El chagas se contagia principalmente de dos formas: a través de la picadura de la vinchuca infectada con Trypanosoma cruzi (el parásito que provoca la enfermedad) o por vía connatal, desde la madre embarazada portadora a su hijo.
El último caso de un paciente en Salta que adquirió chagas mediante el insecto vector fue registrado en 2007, en Morillo. Eso no implica que esa forma de contagio esté anulada. Hay ocho departamentos en la provincia donde la vinchuca está presente y debe ser controlada periódicamente. Los agentes fumigadores, que dependen de Nación, junto a los agentes sanitarios de la Atención Primaria de Salud (APS) de la Provincia deben recorrer periódicamente viviendas de San Martín, Rivadavia, Guachipas, Anta, Metán, Rosario de la Frontera, San Carlos y Cafayate identificadas por la aparición de vinchucas.
Para esa tarea fundamental de fumigación el año que viene habrá un 66% menos de fondos en comparación a los destinados para este año, según se desprende el proyecto de Presupuesto nacional de 2022. La reducción de recursos es en términos reales, es decir descontando la inflación, y rige para todas las zonas del país donde se combate a la vinchuca.
La merma presupuestaria se traduce en una disminución de las fumigaciones y el descenso de esas operaciones cae año tras año. Así, en 2012 se planearon 141.000 rociados de viviendas con insecticida a nivel nacional y para 2022 (10 años después) se prevén solo 30.000 de esos operativos, de acuerdo a un informe de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). De todos modos, hay una subejecución de las tareas estipuladas: en 2012 se hicieron 68.756 fumigaciones de las 141.0000 comprometidas y este año se realizaron hasta septiembre 13.195 de las 45.000 previstas.
“Los insumos se mandan directamente desde el nivel nacional. Lo que notamos es falta de técnicos (agentes contratados por Nación) que realizan las aplicaciones de insecticida, nos vamos quedando sin personal y sin insecticida también, por eso tratamos de utilizar la menor cantidad de posible, porque tampoco es bueno utilizar mucho para no generar otro tipo de impacto con otros insectos que no se quiere eliminar”, explicó a El Tribuno José Serrat, responsable de la actividad de Chagas vectorial en el Ministerio de Salud Pública de la Provincia.
De todas maneras aclaró que no se dejan sin fumigar ni vigilar los sectores que se planifican a principios de año.
Congénito
Los casos de chagas que se registran en Salta en los últimos años corresponden a contagios connatales. Estimaciones oficiales advierten que por año nacen 1.500 niños y niñas afectados con mal de Chagas. De ellos, si no reciben tratamiento, el 30% puede padecer algunas de las afecciones crónicas que produce la enfermedad, como problemas cardíacos o digestivos, que pueden ser fatales.
Obligados, hasta por ley
La Ley nacional Nº 26.281, promulgada en 2007, establece la obligatoriedad de la realización de las pruebas sobre chagas a embarazadas, recién nacidos, hijos de madres infectadas hasta el primer año de vida y en el resto de los hijos menores de 14 años y, en general, en niños en edad escolar. En la práctica, no se hace mucho. Sobre todo por falta de recursos. El único medio para controlar los contagios connatales de chagas es la realización de estudios serológicos en embarazadas y niños. Sin embargo, para las pruebas la Nación destinará menos fondos en 2022. En el Presupuesto del año próximo se prevén 360.000 de esos análisis, según la ACIJ. Eso es 90.000 menos que los 450.000 estudios estipulados hasta el tercer trimestre de este año, pero de los cuales solo se hicieron 67.421.
“Si la madre tiene chagas, al recién nacido se le hace un estudio y si tiene el parásito en la sangre en un tratamiento de 30 días logramos erradicar la enfermedad del niño”, explicó el jefe del programa de Epidemiología del hospital del Milagro, Adrián Edelcopp.