No todo el mundo creció en una familia ilustrada con una gigantesca biblioteca en el living de donde poder sacar libros y llenar el aburrimiento infantil de buena literatura. Ejercitar la mente, sin la ayuda de figuras paternas o un Estado presente, no siempre es fácil. Muchos, por el motivo que fuere, han podido encontrarse con la lectura a partir de la adolescencia. Pensando en esta problemática, distintas personalidades se presentaron en la Feria del Libro con la propuesta Infancia en Deuda. ¿De qué se trataba? De hablar de esas lecturas que los marcaron al comienzo de su vida.
No es sólo hablar de la literatura, sino también de tomar conciencia de la importancia del arte y la imaginación en la infancia y de cómo esos libros, de estar allí, listos para ser tomados por las pequeñas manos, podrían cambiar la vida de muchas personas. La editora Laura Leibiker, el actor Gonzalo Heredia, los escritores Paula Bombara y Antonio Santa Ana, la música Teresa Usandivaras y la periodista Natalia Blanc fueron quienes se encargaron de ponerle cuerpo a este asunto relatando sus experiencias personales.
La periodista y escritora Ingrid Beck fue la encargada de oficiar como presentadora. La sala Javier Villafañe (Pabellón amarillo) estaba llena de espectadores inquietos. “Mi relación con la literatura de niño prácticamente no existió. En mi casa no estuvo presente la literatura y mi iniciación fue más de adolescente, por decisión propia. Hoy, como padre, trato de inculcarle a mi hijo la lectura de manera indirecta”, confesó el actor Gonzalo Heredia que leyó, entre sus primeros libros, Nicoleta usa anteojos: “En su momento me sentí muy reflejado en ese cuento y creo que son justamente esas imágenes, que te atraviesan y te quedan para siempre, lo que hace tan trascendental a la lectura”.
Leibiker, directora de la editorial Norma, comentó que, “cuando hoy reviso esos libros que leí, me sorprende ver que muchos hoy son ilegibles y por eso creo que está buenísima la creación de nuevas producciones. Los chicos de hoy necesitan leer otras cosas”. Por su parte, quien moderaba el encuentro, la periodista Natalia Blanc, sostuvo que “hay un libro para cada uno y es fundamental no sólo leer con ellos, sino también dar el ejemplo leyendo y hablando sobre libros; tomarse ese tiempo”.
Pero como les sucede a muchos, la imaginación, la inventiva y todo eso que suele generar la literatura ingresa por otro carril: la música por ejemplo. “Aprendí a leer escuchando las canciones de María Elena Walsh -comentó Paula Bombara-. Las infancias no son todas iguales, hay tantas infancias como personas y eso no lo tenemos que perder de vista nunca. Hoy nuestros hijos no leen de la misma manera que nosotros. Entonces, la literatura tiene que tener una línea directa a eso que compartimos todos, que es la emoción, el afecto, la pasión”.
Infancia en Deuda, más que una propuesta es una causa: la de concientizar sobre la importancia de la literatura en la temprana edad, como forma de estimular la imaginación de los más chicos y darles herramientas para enfrentar la vida adulta. Distintas organizaciones la integran: Asociación civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA), el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), el Colectivo de Derechos de Infancia y Adolescencia, la Asociación por los Derechos civiles (ADC), la Fundación Sur, Haciendo Camino y Aldeas Infantiles.
Su único objetivo no es el de la mera concientización -que a veces suele perderse en el discurso-, sino también la práctica concreta: por eso buscan que se cumpla la Ley 26.061 promulgada en 2005 que, además de crear el cargo del Defensor del Niño, incluye la realización de una encuesta nacional nutricional para precisar un informe sobre la situación actual de la niñez. “Los libros sirven para generar una experiencia”, comentó Blanc, autora de la sección Qué vas a leer con tu hijo esta noche, del diario La Nación, sobre el final de la charla. ¿Qué mejor, entonces, que los chicos adquieran experiencias valiosas desde pequeños? Al fin de cuentas, como decía Joseph Addison, la lectura es a la mente lo que el ejercicio al cuerpo.