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Expertos advierten sobre el impacto de cerrar las escuelas en los chicos

La Unicef, la Sociedad Argentina de Pediatría y la Acij, entre otros, refrendaron “la importancia de sostener las aulas abiertas”.

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Por Clara Fernández Escudero.

Tras los anuncios del miércoles del presidente Alberto Fernández, que incluyeron la suspensión de las clases presenciales por 15 días a partir del próximo lunes y la ratificación de esa medida ayer tras la reunión con el jefe de gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta, varias organizaciones internacionales, además de organismos y académicos locales emitieron comunicados para pedirle al gobierno nacional que reevalúe esa medida, acompañados por datos que presentaron para justificar sus argumentaciones a favor de sostener las escuelas abiertas a pesar de la curva ascendente de contagios.

El Observatorio de Argentinos por la Educación, integrado por asociaciones de la sociedad civil y distintas organizaciones especializadas, presentó un estudio que destaca la “evidencia sobre la importancia de mantener las escuelas abiertas”.

Entre otras cuestiones, el informe destaca que seis de cada diez familias consideran que sus hijos perdieron aprendizajes significativos durante el 2020. “Las familias encuestadas sostuvieron que la salud emocional de sus hijos constituye su principal preocupación”, dijeron. Además, destacaron que “las instituciones privadas tuvieron un 80,5% de uso de plataformas de streaming o video para impartir clases virtuales, mientras que en las instituciones públicas ese número sólo alcanzó a 29,4% de los establecimientos”. También sostuvieron que uno de cada cinco estudiantes de primaria no tiene acceso a Internet en el hogar, y que el 90% de los estudiantes de escuelas estatales usan Whatsapp como principal medio de contacto con la escuela fuera de la presencialidad, además de que ese mismo porcentaje necesitó acompañamiento de un adulto en las actividades escolares durante la virtualidad.

Lo último en cerrar. “La escuela debe ser lo último en cerrar”: así, Unicef y la Sociedad Argentina de Pediatría advirtieron este jueves sobre “los riesgos de la no presencialidad en las aulas”. Los organismos coincidieron en que “desde el comienzo del aislamiento social y la suspensión de las clases presenciales establecidas como consecuencia de la pandemia monitoreamos con preocupación el impacto en niñas, niños y adolescentes. La escuela es indispensable para su desarrollo y bienestar, para la adquisición de conocimientos y el fortalecimiento de aspectos psíquicos y sociales. Su ausencia genera graves consecuencias para su salud, tanto emocionales como físicas”, expresaron.

Y reforzaron el mensaje de que las escuelas “no son factores de riesgo: constituyen un sitio seguro mientras sus padres, madres y cuidadores/as trabajan, contribuyendo así a la actividad económica de la sociedad. Es una herramienta de equidad social indispensable, particularmente en los grupos sociales más vulnerables”, destacaron.

Por su parte, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (Acij) dijo que “la suspensión de la presencialidad debe ser acompañada por información precisa, accesible, transparente y confiable que fundamente la adopción de la medida más lesiva para los derechos de los niños y por una planificación adecuada que garantice una real continuidad escolar de los grupos vulnerabilizados”.

Y el académico y profesor de la UTDT Mariano Narodowski, integrante además del Consejo Nacional de la Calidad de la Educación, dirigió una carta al organismo, presidido por Axel Rivas, en el que destaca que “durante 2020, el Consejo Federal de Educación trabajó como nunca en su historia y logró, especialmente a inicios del 2021, un consenso inédito sobre la prioridad de la presencialidad mediante un acuerdo que mereció la escena soñada por los argentinos: Presidente y ministros/as en una foto sin diferencias políticas e ideológicas y peleando por mejorar la educación”, escribió. “Por esto, no resulta aceptable que la presencialidad escolar se fomente a la mañana y se suspenda a la noche, malogrando los acuerdos públicos, vulnerándolos en forma unilateral y enviando un mensaje confuso y contradictorio a la comunidad educativa”, agregó.

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