¿Por qué trabajamos con las comunidades?
La articulación comunitaria es una estrategia que utiliza ACIJ, que implica la vinculación e inserción en territorios segregados para que las comunidades puedan disputar y reivindicar por sí mismas sus derechos, incidir en procesos de cambios y en la generación de políticas públicas. Es también una estrategia esencial para facilitar y garantizar la toma de decisiones en asuntos públicos, la movilización, la organización social y participar activamente en la conformación de los temas de la agenda pública a partir del entrecruzamiento discursivo de saberes técnicos, académicos y populares. A la vez, es el punto de partida para el empoderamiento jurídico comunitario, en tanto práctica sociojurídica que tiende a incrementar el repertorio de las comunidades más vulnerabilizadas para facilitar la participación social, el conocimiento, el uso y la transformación de derecho. Es una herramienta fundamental que permite garantizar los derechos de acceso (a la educación, a la información, a la justicia), mediante la democratización del conocimiento del derecho y sus usos.Por eso, trabajamos para transversalizar la estrategia de articulación comunitaria porque permite fundamentalmente democratizar el conocimiento del derecho y su acceso. En este sentido es una herramienta fundamental para la igualdad, la constitución de ciudadanía y por lo tanto para una mejor democracia.