Lo anunció ayer el ministro de Educación de la ciudad, Mariano Narodowski, en el marco de la causa judicial iniciada por una ONG a raíz de la falta de vacantes en salas para niños desde los 45 días a los 5 años. El ministro dijo que son 6200 los niños que no consiguieron vacantes, aunque la Defensoría del Pueblo porteña asegura que los afectados suman 8300, según datos oficiales, y la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), la entidad que promovió la causa judicial, sostiene que suman 9200 “incluyendo los niños que quisieron inscribirse en las escuelas maternales del Ministerio de Desarollo Social”. Sea cual fuere la cifra, el propio ministro admitió que la construcción de nuevos edificios sólo resolverá el problema en “un 50 por ciento” de los chicos afectados.
La crisis por la falta de vacantes en la educación inicial había sido denunciada por Página/12 días atrás, a partir de sendos informes de la Defensoría del Pueblo y de la ACIJ. Narodowski, en una presentación ante educadores y periodistas, atribuyó el déficit a la “falta de construcción de nuevas escuelas en los últimos diez años”. Y apelando a datos producidos por la Dirección de Investigación y Estadística del Ministerio, habló de “un aumento brutal de la privatización” en esa franja educativa: destacó que en la última década “las vacantes en jardines privados crecieron 31,4 por ciento, mientras que en las del Estado se incrementaron sólo en un 4 por ciento. El aumento se debió sobre todo al esfuerzo de las familias para escolarizar a sus hijos”, evaluó.
El ministro explicó que “hace 15 días” había presentado el informe –tanto el diagnóstico como el plan de obras– ante el juez en lo Contencioso Administrativo Guillermo Treacy. Es el magistrado que en septiembre había condenado a la ciudad a presentar un plan para resolver el problema de la falta de vacantes en escuelas de nivel inicial, un fallo que fue confirmado por la Cámara de Apelaciones en los últimos días.
Ese plan, explicó, consiste en la construcción de cinco nuevos edificios más la edificación de nuevas salas en edificios existentes (no precisó cuántas), en un plazo de tres años. A ese plan, que se realizará con fondos de la ciudad, se agregan otras siete escuelas infantiles, sobre un total de 13 que construirá la Nación en territorio porteño, en el marco del programa “Mil escuelas”.
De todas formas, Narodowski admitió que “la construcción de más edificios no va a resolver el problema, ya que al haber más oferta, muchas familias que hoy envían a sus hijos a jardines privados los van a querer pasar a los estatales”. Descartó la posibilidad de entregar “bouchers” para que los niños que no consigan vacantes en jardines estatales puedan asistir a instituciones privadas.
Consultado por este diario sobre la situación en las escuelas primarias, donde por falta de vacantes los niños se ven obligados a trasladarse de un distrito escolar a otro, lejos de sus domicilios, el ministro admitió que “no tenemos datos de lo que está pasando” y adelantó que está preparando un informe similar al presentado ayer, que se hará público en los próximos días. Por lo pronto, informó que se está trabajando en “unificar los criterios de inscripción y en la informatización de los registros, con la idea de poner en marcha un nuevo sistema en 2009”.
A propósito del problema de la falta de vacantes, la ACIJ presentará un documental mañana a las 18, en el Salón Montevideo de la Legislatura porteña.
Por Eduardo Videla
Página/12
La crisis por la falta de vacantes en la educación inicial había sido denunciada por Página/12 días atrás, a partir de sendos informes de la Defensoría del Pueblo y de la ACIJ. Narodowski, en una presentación ante educadores y periodistas, atribuyó el déficit a la “falta de construcción de nuevas escuelas en los últimos diez años”. Y apelando a datos producidos por la Dirección de Investigación y Estadística del Ministerio, habló de “un aumento brutal de la privatización” en esa franja educativa: destacó que en la última década “las vacantes en jardines privados crecieron 31,4 por ciento, mientras que en las del Estado se incrementaron sólo en un 4 por ciento. El aumento se debió sobre todo al esfuerzo de las familias para escolarizar a sus hijos”, evaluó.
El ministro explicó que “hace 15 días” había presentado el informe –tanto el diagnóstico como el plan de obras– ante el juez en lo Contencioso Administrativo Guillermo Treacy. Es el magistrado que en septiembre había condenado a la ciudad a presentar un plan para resolver el problema de la falta de vacantes en escuelas de nivel inicial, un fallo que fue confirmado por la Cámara de Apelaciones en los últimos días.
Ese plan, explicó, consiste en la construcción de cinco nuevos edificios más la edificación de nuevas salas en edificios existentes (no precisó cuántas), en un plazo de tres años. A ese plan, que se realizará con fondos de la ciudad, se agregan otras siete escuelas infantiles, sobre un total de 13 que construirá la Nación en territorio porteño, en el marco del programa “Mil escuelas”.
De todas formas, Narodowski admitió que “la construcción de más edificios no va a resolver el problema, ya que al haber más oferta, muchas familias que hoy envían a sus hijos a jardines privados los van a querer pasar a los estatales”. Descartó la posibilidad de entregar “bouchers” para que los niños que no consigan vacantes en jardines estatales puedan asistir a instituciones privadas.
Consultado por este diario sobre la situación en las escuelas primarias, donde por falta de vacantes los niños se ven obligados a trasladarse de un distrito escolar a otro, lejos de sus domicilios, el ministro admitió que “no tenemos datos de lo que está pasando” y adelantó que está preparando un informe similar al presentado ayer, que se hará público en los próximos días. Por lo pronto, informó que se está trabajando en “unificar los criterios de inscripción y en la informatización de los registros, con la idea de poner en marcha un nuevo sistema en 2009”.
A propósito del problema de la falta de vacantes, la ACIJ presentará un documental mañana a las 18, en el Salón Montevideo de la Legislatura porteña.
Por Eduardo Videla
Página/12