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Por diferencias entre la Ciudad y las organizaciones sociales, se demora el censo para saber cuánta gente vive en la calle

En 2019, la Ciudad identificó a 1.147 personas y las organizaciones a 7.251. Este año harán un relevamiento conjunto. En qué puntos hubo acuerdo y en cuáles persisten las diferencias.

La cantidad de personas en situación de calle aumentó durante la pandemia. El Gobierno porteño y las organizaciones trabajan para realizar un censo. Foto Marcelo Carroll

Familias enteras pasando las noches debajo de puentes y autopistas. Hombres solos durmiendo en plazas y otros espacios públicos. Grupos de jóvenes compartiendo colchones, cobijados bajo frazadas raídas. Mujeres y chicos sorteando la arquitectura “hostil” que comienza a proliferar en la Ciudad; rejas, pinches y obstáculos en vanos, vidrieras y bancos. ¿Cuantas personas son las que duermen en la calle en la Ciudad de Buenos Aires?

Una ley obliga al Gobierno porteño a realizar anualmente un censo para identificar a estas personas. El resultado debería además permitir el desarrollo e implementación de políticas públicas tendientes a resolver y mitigar esta situación.

La pandemia obligó a suspender el censo del año pasado. El anterior, de 2019, había identificado a 1.147 personas en situación de calle, según datos del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat de la Ciudad.

En cambio los números del “Censo Popular de Personas en Situación de Calle”, realizado por organizaciones sociales con la colaboración de la Defensoría del Pueblo y la Auditoría General porteña, concluyó que había 7.251 personas sin techo.

Para zanjar estas diferencias, el Ministerio se comprometió a realizar el censo de este año junto a un colectivo de organizaciones sociales. Cosa que por otro lado está indicado por ley y hasta el momento no se había implementado.

Sin embargo por estas horas, la realización del relevamiento está dilatada: por un lado, con lógica, influye la segunda ola de coronavirus. La organización del censo demanda la movilización de mucha gente para realizar la tarea.

Pero por otra parte, el Gobierno porteño y las ONG, que tienen una mesa de trabajo conjunta, no están llegando a un punto de acuerdo con respecto a cómo realizar el censo.

Los paradores


Uno de los motivos por los que el censo oficial y el de las organizaciones siempre dieron cifras dispares es que el primero no incluye a las personas que pasan la noche en paradores. El Ministerio de Desarrollo Social no los tiene en cuenta porque no están en la calle en el momento en que se hace el relevamiento. Pero las organizaciones sociales sí los contabilizan.

En este punto sí se llegó a un acuerdo entre ambas partes: en el nuevo censo serán incluidos los hombres, mujeres y niños y niñas que, aunque duermen eventualmente en un parador, no tienen resuelta su situación habitacional.

Según la información del Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat porteño existen 34 paradores en la Ciudad: tres de ellos de emergencia (por ejemplo el de Retiro, en donde durante 2020 se registraron contagios masivos de coronavirus). En total disponen de 2.542 camas.

En promedio, el 55% de esas camas se ocupan, pero el invierno pasado, en pandemia, hubo una ocupación del 80%. El nombre formal de los paradores es Centros de Inclusión Social. Tienen duchas, están abiertos las 24 horas y sirven todas las comidas.

Es decir que según las propias cifras del Ministerio, contar a las personas en paradores llevaría al doble la cifra de gente en situación de calle.

Cuántos días debe durar el relevamiento


Las organizaciones sociales demandan que el censo se haga a lo largo de varias jornadas. Pero el Gobierno porteño pretende hacerlo en un sólo día.

La diferencia no es menor. Un buen ejemplo para entenderlo es el caso de M., la nena que vivía con su mamá debajo de un árbol, en el límite entre los barrios de Parque Avellaneda y Villa Lugano, y que fue raptada durante 3 días a mediados de marzo.

El propio Ministerio de Desarrollo Humano porteño informó: “Entre 2019 y 2021 se visitó el lugar de referencia (es decir, donde la niña vivía con su madre) en más de 20 ocasiones. Sólo en 3 oportunidades se encontraron con la mujer”. Para el censo, entonces, esa mujer no existiría si justo el día del relevamiento no hubiera estado en su improvisada vivienda.

Voceros de Desarrollo Humano le confirman a Clarín: “La principal diferencia es la duración del operativo. Las organizaciones sociales relevan durante 4 días para reducir las posibilidades de que alguna persona en situación de calle no sea contabilizada. Mientras que desde el Ministerio realizamos un barrido exhaustivo durante toda una única noche de manera de garantizar no contar dos veces a la misma persona. Ahora estamos dividiendo los sectores de la Ciudad que cada equipo relevará para hacerlo aún más exhaustivo”.

Pablo Vitale, politólogo y co-director de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), explica: “El desafío es que el censo sea cualitativo, exhaustivo y con múltiples abordajes. Este es uno de los motivos por el que las organizaciones demandan que se pueda trabajar durante más días. Hay distintas realidades, como la de las personas en situación de calle que se van durante el fin de semana, porque viven en provincia de Buenos Aires pero trabajan en la Ciudad”.

Cuando Vitale dice “trabajan” se refiere a tareas precarizadas, como el cartoneo. En general, estas personas vuelven durante el fin de semana hacia los barrios más pobres del Conurbano.

Por otra parte, señala Vitale, quienes están en la calle son un colectivo de personas que atraviesan “variadas situaciones de vulnerabilidad, por ejemplo consumos problemáticos, casos psiquiátricos, desalojos recientes, entre otras. Y cada una de estas problemáticas demanda un abordaje diferente”.

Las organizaciones entienden que conocer estas particularidades permitiría diseñar políticas públicas efectivas.

El trabajo con las organizaciones sociales


Además de ACIJ, varias organizaciones firmaron el acuerdo para dar inicio a la mesa de trabajo con el Ministerio de Desarrollo Humano porteño. Son Proyecto 7 (integrada por personas en situación de calle); el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS); el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE); el Movimiento Popular La Dignidad, y la Asamblea Popular por los Derechos de las Personas en Situación de Calle. También, la Defensoría del Pueblo porteña y el Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad.

Como se dijo, el Ministerio está obligado a apoyarse en estas organizaciones, porque así lo indica la Ley 3706 de “protección y garantía integral de los derechos de las personas en situación de calle y en riesgo a la situación de calle”, que se votó en 2010.

Esta ley también define a quiénes se considera personas en situación de calle y en riesgo, lo que incluye a aquellos que “se encuentren en instituciones de las cuales egresarán en un tiempo determinado y estén en situación de vulnerabilidad habitacional”.

“Hay una mesa de diálogo, el consenso es difícil pero no imposible. Existen diferencias que tienen que ver con las estrategias, las metodologías y también las políticas públicas. A la gente en los paradores de la Ciudad no la entrevistan. Un parador no es un hogar, no hay pertenencia. Y por otra parte es necesario implementar cambios radicales, no hay paradores para padres e hijos o para familias enteras, e incluso no hay ninguno que tenga una contención profesional enfocada en adicciones”, evalúa Livia Ritondo, directora de Derechos Sociales de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad.

Este organismo participa en los encuentros. Además, presentó varios proyectos en la Legislatura para mejorar las condiciones de los paradores y para que haya algunos para familias.

El Ministerio de Desarrollo Humano porteño informó que se realizaron varios encuentros con las organizaciones y “se acordó incorporar al cuestionario preguntas que permitan conocer las trayectorias en calle, el acceso a servicios socio-asistenciales y un bloque para relevar las situaciones específicas de mujeres y personas trans”.

Es decir que, aunque el censo aún no tiene fecha, las reuniones para acercar posiciones continúan. Tendrán que acordar la metodología para no duplicar los datos de gente en la calle. En el Gobierno porteño creen que las organizaciones cuentan de más a lo largo de la cantidad de días que dura el ceno.

Por su parte, las organizaciones acusan a las autoridades porteñas de contar de menos, al no tener en cuenta a quienes duermen en paradores. En un año signado por la pandemia y la crisis económica, estos datos se vuelven vitales como instrumento para definir políticas destinadas a quienes más las necesitan.

Los subsidios


La Ciudad otorga subsidios habitacionales a familias y a personas solas. Según la conformación del grupo familiar, el subsidio puede ser de entre 5.000 y 8.000 pesos. Según informó el ministerio, en marzo hubo 18.811 titulares de este beneficio.

En las organizaciones sociales explican no sólo que el subsidio es escaso -apenas alcanza para alquilar habitaciones de hoteles con condiciones mínimas de salubridad para familias enteras- sino que los trámites para acceder a ellos son complejos y que deben recurrir a amparos judiciales para renovarlos.

Nota completa.

Medio: Clarín
Programa: Derecho a la ciudad
Tema: Situación de calle
Estrategia: Promoción de políticas públicas



Palabras clave: Situación de calle.