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La gran caja (Diario Para Ud, Moreno)

Si no le es familiar, seguro tendrán presente la Ordenanza 2003/05, promulgada mediante Decreto 2451/05, que tenía una clara consideración: “resulta de equidad garantizar el derecho a la educación de nuestros estudiantes, aportando como estado local la adhesión a una tarifa más económica”.
El boleto secundario es una reivindicación histórica y una imperiosa necesidad social e igualitaria.
Para lograr que el monopolio del transporte público en el distrito. La Perlita, aceptara la decisión política era necesario compensar a Luis Mesa por la menor rentabilidad que ocasionaba la medida. Con absoluta claridad, la Secretaria de Gobierno, y el señor Gradín, señala que la obligación legal de la comuna alcanza, únicamente a la fijación de la tarifa
($ 0,10) siguiendo los parámetros provinciales sin perjuicio de recalcar que en cuanto a la compensación económica no existe manda jurídica que obligue al municipio a realizar la misma.
Sin espacio que pudiera inferir otra lectura, el gobierno anunciaba la implementación del boleto secundario que de $ 0,35 pasaba a $ 0,10.
Como finalizaba el año y el acontecimiento estaba bien marcado en la batería de anuncios electorales que, en este caso, fue propiedad ideológica de Felipe Solá, la prudencia debía extenderse hasta el comienzo del ciclo lectivo 2006, especialmente porque en el Presupuesto General de Gastos del presente ejercicio, votado en noviembre de 2005, no se desprendía ninguna partida que compensara el monopolio.
En la segunda semana de marzo ParaUd!…publicó una nota con las abogadas de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia que coordina las actividades del Centro de Apoyo Legal y Comunitario, donde se denunciaba el incumplimiento de las normas vigentes, formalizando la petición el día 2 de marzo en la Municipalidad de Moreno.
Una semana más tarde (ParaUd!…tercera semana de marzo), el concejal Oscar Siburu, consideró que la “medida dispuesta por el gobernador Solá, más que electoralista fue una cuestión sin conocimiento que hizo el gobernador; desconociendo la implementación de esa legislación, diría hasta en cierta forma demagógica”.
No sólo Don Felipe incurrió en esa falta, producto de la necesidad electoral, por lo menos a mi juicio, sino que también Andrés Arregui trepó los escalones del triunfalismo ya que en la página oficial del municipio afirmaba (octubre de 2005) que 20.008 alumnos del Polimodal accedían al boleto de $ 0,10.
Finalizada la sesión inaugural del período de sesiones ordinarias 2006, Jorge Rubén Mendieta, presidente del Honorabe Concejo Deliberante me respondió, ante la consulta de la probable vigencia del boleto secundario, que “tendría que estar en aplicación porque ellos ejecutan las normas y el Ejecutivo tiene que controlar las mismas”. Luego trasladé aquella consideración del Dr Marcelo Gradín respecto a la compensación económica que exigía la empresa La Perlita, y Mendieta contestó: “En este sentido hubo una norma del HCD donde no está en discusión este tipo de cuestión, si no que se basó pura y exclusivamente en un consenso, más allá de los centros estudiantiles que vinieron, también con la empresa y se ejecutó una ordenanza”.
Cuando se aprobó la ordenanza, lo económico era vital. Se habló de ATN (mano de Kirchner) o recursos del Ministerio de Infraestructura, Vivienda y Servicios Públicos de la Provincia de Buenos Aires. De esas dos fuentes de financiamiento surgiría el efectivo acatamiento a las normas.
Esta enumeración de fechas y declaraciones son demasiado útiles para comprender un fenómeno extraño, de naturaleza empresarial-política: La Perlita respeta la ley cobra $ 0,10.
¿No es curioso, por lo menos, que el municipio en forma oficial no haya anunciado la conquista de una reivindicación histórica que garantía el derecho a la educación de 20 mil alumnos? ¿Es normal el desconocimiento de los concejales y del Cuerpo, que bregó durante años por esta normativa que ahora está en notable aplicación?
Nosotros, desde este semanario, tenemos la obligación de resaltar las buenas noticias. Señoras y señores lectores, el boleto secundario es un hecho.
Es también una realidad, que la diferencia entre los $ 0,25 menos que recauda por pasajero La Perlita, la pagamos entre todos. Todos, garantizamos la rentabilidad y ganancias de Mesa y Prieto, porque la presión de este pulpo (no son tantos en el país) fue contemplada por el gobierno nacional que en nombre del capitalismo sano otorgó más subsidios a las empresas de transporte público. Las compensaciones tarifarias que recibían las líneas urbanas de casi todo el país, llegaron en 2005 a la suma de $ 57.700.000 mensuales. Para este año, esa cifra trepó a los $ 70 millones mensuales. La distribución se determina por la cantidad de pasajeros transportados y los kilómetros recorridos por cada colectivo. Para que se entienda de forma más simple y efectiva, La Perlita recibe en este momento un ingreso mensual promedio de $ 3000 por cada unidad. Extraoficialmente, se nos informó que la firma de Luis Mesa cuenta con 320 coches aproximadamente, lo que al año representaría un ingreso total de $ 11.520.000 que salen de nuestros bolsillos y terminan en la cuenta del monopolio.
Aceptar la ley provincial y su normativa municipal, significó para La Perlita perder más de un millón de pesos al año, pero ganando en el global más de 10 millones.
Claro que esto es materia de especulación, que ya la política subsidiaria de Kirchner sólo es para que no aumente el boleto. No quiero imaginar otro subsidio por el arancel secundario.
El presidente piensa en nuestros bolsillos y especialmente, en la caja de los empresarios. Trabaja y se enfrenta a la inflación. Lo mismo hace Arregui, Gradín, Mendieta, Siburu y todos los funcionarios que pulverizan ese fantasma.
Por eso no estaría nada mal que promocionen y hagan propaganda de la nueva conquista social: el boleto secundario.
Es una gran noticia…y un tremendo negocio, para Mesa ¿sólo para él?