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Villas de emergencia: cortes de luz

La saturación de la red eléctrica evidencia la falta de obras de mejoramiento y genera accidentes

Por Laura Lifschistz

Un incendio causado por un desperfecto del tendido público de electricidad dejó sin hogar a dos familias de la Villa 21-24 de Barracas. Con la llegada del invierno, la saturación de la red eléctrica comienza a hacer estragos en las 65 hectáreas que ocupa la villa, que no posee gas natural.

El año pasado, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) había informado que el cableado eléctrico de la zona era “precario, insuficiente e inadecuado”. Sucede que Edesur sólo llega a la periferia de la villa, mientras el Gobierno de la Ciudad se encarga de extender los cables al interior. Pero los transformadores colectivos instalados no dan abasto. Así las cosas, los cortes -y los accidentes- se suceden día tras día.

Según un informe presentado por la Defensoría General de la Ciudad sobre los fusibles encontrados “salen distintos tipos de cables, mucho de ellos inadecuados para su montaje aéreo a la intemperie, por no tener la aislación de acuerdo con la norma”. Éstos envejecen rápidamente por la exposición solar y las lluvias “pudiendo provocar electrificación de elementos y/o incendios y/o electrocutación de personas”. Es decir, existe riesgo con sólo tocar una pared, una reja, un cable, levantar el teléfono o prender la TV.

Ante la falta de repuestas, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) presentó en noviembre pasado un amparo instando al Gobierno de la Ciudad a implementar un plan integral de prestación y mantenimiento del servicio. Antes, en junio de 2010 la Defensoría había convocado al jefe de Gobierno, y otros organismos públicos. Sólo concurrieron miembros de la Unidad de Intervención y Gestión Social (UGIS), organismo del Ejecutivo porteño encargado de ejecutar las obras de mejoramiento habitacional en villas, quienes se fueron sin poder brindar respuesta.

Por su parte, el ENRE había recomendado la implementación de un protocolo de seguridad eléctrica. Para ello, se necesitarían seis millones de pesos, lo que equivale a dos años de los pagos que el Gobierno destina a Edesur por su prestación en la villa. En palabras de Federico Angelini, titular de la UGIS: “Nosotros estamos trabajando en el cambio de los tendidos, pero hay un crecimiento constante en la villa que implica mayor consumo”. Y agregó a Diario Z: “No damos abasto con la demanda. Además, en la villa se consume mucha energía, porque se utilizan instrumentos no convencionales para la calefacción”.

Luciana Bercovich, coordinadora del programa Derechos y Construcción Comunitaria en Villas de ACIJ, aseguró que “el Gobierno sabe que año tras año en invierno la situación empeora”. Y agregó: “Hay que desmitificar que los vecinos no quieren pagar la electricidad. Porque, de hecho, los vecinos de la villa gastan más en electricidad que nosotros, al tener que pagar los costos de cada corte”.

Al parecer, la igualdad de derechos y el acceso a las necesidades básicas que debe suministrar el Ejecutivo porteño se pasan totalmente por alto, dando lugar a procedimientos discriminatorios para los habitantes de ésta y otras villas, quienes son considerados ciudadanos de segunda. Mientras tanto, preocupa que sucedan más hechos lamentables en el interior de los barrios de emergencia porteños.

Diario Z
 

Tema: Villas y asentamientos



Palabras clave: Riesgo Eléctrico.