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Un ente autárquico que desde 2003 se maneja por decreto (La Nación)

En la ley que le dio origen se establece el paso a paso de las designaciones para lograr un funcionamiento autárquico. Pero la actual administración nunca la cumplió y se manejó por decreto. La situación podría cambiar si la Justicia falla en favor de la Asociación Civil por la Dignidad y la Justicia (ACIJ), que entabló una demanda para que se cumpla con los llamados a concursos.

El Enargas fue creado en 1992 por la ley 24.076, que fijó el marco regulatorio del transporte y la distribución de gas natural. La norma lo define como un organismo autárquico, con las funciones de regular y fiscalizar los servicios, establecer las bases para el cálculo de tarifas y resolver las controversias del sector. Y establece, en el artículo 54°, el llamado a concurso para la conformación del directorio, operación que se cumplió hasta el 17 de junio de 2003. Ese día, el Poder Ejecutivo designó por decreto a Hugo Daniel Muñoz como vicepresidente del ente e inauguró el proceso de nombramientos irregulares.

Un año y seis días después fue nombrado presidente Fulvio Madaro (que era interventor de la Comisión Nacional de Comunicaciones) “hasta que se proceda a designar a los profesionales que resulten elegidos en el proceso de selección que fuera convocado por la Secretaría de Energía”. El decreto fue el 812 y significó el despido de Héctor Formica, último presidente del ente designado por concurso y que tuvo sus diferencias con el kirchnerismo.

Las de Muñoz y Madaro fueron las primeras de una seguidilla de designaciones por decreto, que nunca llegarían a completar los cinco cargos que exige la norma: presidente, vicepresidente y tres vocales. Muñoz renunció en octubre de 2004. Hoy, el ente cuenta con los vocales segundo, Carlos Alberto Abalo (economista), y tercero, Ricardo Velasco (ex asesor del Banco Nación y marido de Felisa Miceli). Ellos, más el nuevo interventor del Enargas, Juan Carlos Pezoa, representan la cúpula directiva.

Lo sorprendente de este escenario es que la Secretaría de Energía efectivamente realizó el proceso de llamado a concurso en 2004 y elevó al Ministerio de Planificación un proyecto con los potenciales directivos. El proceso fue ignorado durante un año y medio -durante el cual se sucedieron los decretos- hasta que el ministro Julio De Vido impugnó la presentación de Energía.

“El más hermético”

Este último movimiento motivó la acción judicial de la ACIJ, en trámite en el juzgado en lo contencioso administrativo federal 8, a cargo de la jueza Clara Do Pico. “El Enargas debería tener cinco cargos y gente idónea al frente. Es el más hermético de todos los entes al momento de dar información y es evidente que está en falta”, señalaron en la asociación.

El proceso de pruebas marcha rápido y podría haber una definición antes de la feria judicial de invierno. Si el fallo es favorable, “la jueza le pondría un plazo al Poder Ejecutivo para integrar el directorio conforme al procedimiento” legal, dicen en la ACIJ.

Esta visión es compartida por la comunidad empresarial, en donde admiten que los decretos “son una falla y la debilidad del ente”, y señalan que los directivos del Enargas no provienen del sector y “no entienden el negocio”.

La intervención del ente cayó como un “balde de agua fría” entre los empleados de la casa central (con las cinco delegaciones y las nueve agencias, el plantel se eleva a 200 personas). “Las cosas se habían calmado, no pensábamos que esto iba a pasar”, dijo una fuente.

Hasta anoche, Pezoa no se había presentado a conocer a su equipo, y Velasco seguía firme en la oficina.

Por Mercedes García Bartelt
De la Redacción de LA NACION

La Nación