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¿Por qué y para qué impulsar políticas públicas para la producción autogestionaria del hábitat?

Las cooperativas de vivienda y hábitat vienen desarrollándose hace varias décadas en la ciudad de Buenos Aires, pero cobraron mayor peso y magnitud a partir de la sanción de la Ley 341 en el año 2001. Esta ley promueve el otorgamiento de créditos a cooperativas de vivienda, mutuales o asociaciones civiles, para la compra de inmuebles, la financiación de asistencia técnica y la construcción, rehabilitación o ampliación de viviendas. El crédito se reintegra en un plazo de hasta 30 años, a una tasa de interés que oscila entre el 0% y el 4%, previendo cuotas de devolución inferiores al 20% de los ingresos familiares. La ley no establece restricciones de ingresos para las familias ni requiere contar con un ahorro previo. Una de las principales características de esta modalidad es su carácter autogestionario. Las cooperativas se localizan en zonas consolidadas de la ciudad, permitiendo el acceso de las familias cooperativistas a las oportunidades asociadas a la centralidad de la urbanización, cuestión habitualmente es omitida en las operatorias “llave en mano”. Los conjuntos construidos en el marco del Programa de Autogestión de la Vivienda se distinguen por mantener una escala humana y buena integración al entorno urbano.

 

La colección “Es nuestra la Ciudad” es una iniciativa realizada en conjunto con organizaciones sociales, especialistas y referentes barriales, que busca incrementar el conocimiento sobre las diversas problemáticas habitacionales de la Ciudad de Buenos Aires. Este cuadernillo aborda la problemática de las cooperativas de vivienda.

 La serie de cuadernillos pueden descargarse completos desde aquí.