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Intiman al gobierno a abastecer a la Villa 31 (La Nación)

La resolución firmada por el juez Osvaldo Otheguy, del juzgado de primera instancia en lo Contencioso Administrativo y Tributario N° 8 de la Capital, obligaba a Schiavi a abonar la multa hasta tanto restablezca la provisión de agua potable. Sin embargo, distintas fuentes aseguraron que el Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) es el que debe responder a ese requerimiento. Además, el titular de ese organismo prometió que desde hoy se proveerá de agua potable a los habitantes, tal como lo ordena la Justicia.

“El caso está en la Procuración y Schiavi no tiene nada que decir sobre esta situación”, dijo la vocera de Schiavi, Silvia Mercado. Y explicó que la falta de provisión de agua, realizada con camiones cisterna, “no se cumple porque los rodados son apedreados”.

La Procuración General de la ciudad rechazó la causa por estar “mal planteada”, pero solicitó al juzgado que disponga de condiciones para ingresar en los asentamientos, indicaron las fuentes. “No corresponde imponer una multa al ministro cuando no es el responsable del área dado que la demanda judicial está en cabeza del IVC. Además, las tierras son del Onabe, que debe permitir el ingreso del personal de la ciudad”, dijo Agustín Zbar, procurador general de la ciudad.

A su vez, Claudio Freidín, titular del IVC, aseguró que la situación “está resuelta”. “Schiavi no va a tener que pagar multas porque este domingo (por hoy) vamos a llevar agua a la Villa 31 bis, así que no hay problemas. De todas maneras, AySA debería ser quien suministre el agua potable en el lugar y no nosotros. Lo hacemos porque la gente no puede estar sin este suministro”, aseguró Freidín.

El servicio de provisión de agua potable en la Villa 31 bis se realiza mediante camiones cisterna, de lunes a sábado, que entran en el barrio y depositan el agua en tanques de reserva a los que luego recurren los vecinos.

Luis Villanueva, abogado de Asociación por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), que impulsó esta demanda, explicó que “la forma en que se presta este servicio genera situaciones extremas entre los vecinos y promueve el clientelismo político por el manejo de un bien tan necesario como es el agua potable. Los camiones no sólo faltan los domingos”

La Nación