ACIJ / Prensa

Es incierto el destino del ex Padelai

El destino del viejo edificio del Patronato de la Infancia (Padelai) todavía no es claro. Aunque hace unas semanas el gobierno porteño dijo que iba a ser la nueva sede del Ministerio de Cultura, la idea ya fue descartada por los equipos técnicos y aseguran que esta semana se definiría su uso, aunque resta saber si se tendrá en cuenta la opinión de los vecinos, que reclaman el predio para una escuela y una sala comunitaria.

Según fuentes del Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, la Dirección de Relocalización está evaluando qué dependencias se mudarán al histórico edificio de San Telmo.

“La idea es llegar a un consenso con los actores sociales del barrio, como se hizo con el edificio del Elefante Blanco, que se redefinió junto a los vecinos de Villa Lugano”, aclararon.

Según fuentes del Ministerio de Espacio Público, a cargo de la obra, la primera etapa, centrada en el sector del Hospital de Niños, en la esquina de Humberto I y Balcarce, estará lista en diciembre. Se trata de la remodelación de unos 1.500 metros cuadrados, con una intervención de 33 millones de pesos. Para refaccionar el segundo edificio, donde funcionaba el asilo de chicos huérfanos, en Balcarce y San Juan, se llamará a licitación durante el primer semestre de 2018.

  LOS VECINOS

Desde que el ex Padelai fue desalojado en enero último, organizaciones sociales y vecinos comenzaron a reunirse para proponer diferentes usos alternativos. Así conformaron la Mesa Comunitaria de Salud y Educación de la Comuna 1, que presentó la semana pasada en la Legislatura un proyecto colectivo, con el aval de 6.060 firmas, para la ampliación del Centro de Salud y Acción Comunitaria (Cesac) Nº15 y la creación de una Escuela Infantil.

El Cesac Nø15, que pertenece al Area Programática del Hospital Cosme Argerich, funciona en la vieja casona de Humberto I 470, donde se brinda atención a los vecinos de 95 manzanas y del barrio Rodrigo Bueno.

“El edificio fue remodelado dos veces y está bien mantenido, pero quedó chico y ya no es adecuado para la función fundamental que cumple en el barrio y su zona de influencia. Aquí atendemos 5 mil prestaciones por mes y trabajan 45 profesionales de planta y otros 40 en formación”, contó María Elena Folini, pediatra y jefa de Unidad del Cesac 15.

“El edificio fue remodelado dos veces y está en buen estado, pero no tiene salida de emergencia ni rampa de acceso y en los pisos no hay iluminación ni ventilación. Tenemos consultorios incluso en el subsuelo, y utilizamos hasta los viejos escoberos”, contó Folini.

“La gente viene en cantidad cada día y la sala de espera está siempre abarrotada. La verdad es que hacemos un esfuerzo enorme para seguir con todas las prestaciones, porque el Cesac tiene un vínculo muy fuerte con la comunidad: brindamos talleres, hay una juegoteca y múltiples actividades con los vecinos”, dijo.

“Cuando desalojaron el Padelai, todo el barrio pensó en la ampliación del Cesac -subrayó la pediatra-. Para nosotros, no es cualquier edificio. Nuestra población es la que fue desalojada y participamos con ellos de las movilizaciones. Además, durante el último desalojo, el Cesac cumplió el rol de ser veedor, para que fuera pacífico, consensuado y sin violencia. Tenemos un lazo histórico muy fuerte con los pacientes que lo habitaban”.

“El Cesac 15 es un centro de salud modelo, elegido como escuela de residentes. Además tenemos equipos territoriales que siguen a los pacientes en el Rodrigo Bueno, los paradores y casas comunitarias. Lo que hoy necesitamos es más lugar, un espacio con aire, porque nuestro edificio es inadecuado. Llegó al límite por la demanda”, expresó Folini.

  LA ESCUELA

“El otro eje de la propuesta es la creación de una Escuela Infantil para chicos desde los 45 días hasta los 6 años, con jornada completa y turno vespertino, para que las alumnas madres puedan dejar a sus hijos y terminar el secundario -explicó Claudia Moyano, delegada de cooperadoras de la Comuna 1 e integrante de la Mesa Comunitaria por la Educación y la Salud de San Telmo.

Moyano es profesora y su relación con el Padelai comenzó cuando dos de sus alumnas, que vivían en el edificio usurpado, le pidieron ayuda ante la inminencia del desalojo. Así se acercó a las 25 familias que ocupaban el viejo asilo y hoy las sigue acompañando.

“La mayoría de las familias del Padelai están en estado crítico. Muchos ya están en situación de calle y otros se fueron a asentamientos del conurbano. Además, como la mayoría tenía chicos en la primaria del barrio, por lo que tuvieron que dejar la escuela”, contó Moyano.

“Para lograr el desalojo, el Gobierno les dio créditos de entre 900 mil y 1,2 millón de pesos, pero el dinero no alcanza para comprar una vivienda. Con la suba del precio del dólar están cayendo todas las compras que ya estaban a punto de escriturar. En la última semana tres familias no pudieron cerrar la compra, porque al momento de firmar les pidieron poner la diferencia para acompañar la suba del dólar, lo que implica entre 100 y 200 mil pesos extras. Están desesperados. De las 25 familias, sólo una pudo comprar una casa en el conurbano, pero endeudándose en otro crédito”, contó.

“Los vecinos venimos trabajando cada uno desde su lugar. Yo desde la cooperadora de la escuela, porque eran mis alumnas. Entonces nos juntamos para pensar cuáles son las necesidades reales de los vecinos. El Gobierno decidió un destino para el edificio que no fue consultado con nadie. Lo que pedimos es ser escuchados”, cerró Moyano.