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El rechazo a la reforma del Consejo unió a la oposición (La Capital, Mar del Plata)

La reforma, ideada por la senadora Cristina Fernández de Kirchner y aprobada por el Senado, generó una fuerte controversia en la cámara baja, abroqueló a la oposición y obligó a postergar la sesión de mañana, donde el oficialismo pretendía convertirlo en ley sin analizarlo en comisión.

El repudio agrupó hoy por primera vez en torno a una misma mesa a los diputados Elisa Carrió (ARI), Mauricio Macri (PRO); el jefe de la bancada radical, Fernando Chironi; Hermes Binner (Partido Socialista), Ricardo López Murphy (Recrear), Claudio Lozano (CTA), la transversal Norma Morandini (Partido Nuevo de Córdoba) y Patricia Bullrich (Unión por Todos), junto a una variada gama de

legisladores.

El único senador presente fue Rubén Giustiniani (Partido Socialista). No hubo justicialistas, ni siquiera los duhaldistas, y tampoco representantes del Frente para la Victoria.

“Más allá de nuestras claras diferencias políticas y en cumplimiento de los deberes conferidos también por el voto ciudadano, rechazamos en forma absoluta los métodos, prácticas y contenidos que, avasallando las instituciones republicanas básicas, pretenden entregar y manipular la Justicia a través del proyecto de reforma del Consejo de la Magistratura”, expresaron los legisladores presentes en un documento común.

La audiencia pública, realizada en el segundo piso del anexo de la Cámara de Diputados, fue en la práctica una sucesión de críticas que, con diferentes variantes, calificaron a la iniciativa de “inconstitucional” y “hegemónico”.

El radical Chironi abrió el encuentro con la lectura del documento conjunto. Luego siguió Macri, quien acusó a la reforma de “atentar contra la Justicia y la libertad”, y después Carrió, quien recordó como en los noventa Cristina Fernández de Kirchner se opuso al intento menemista de controlar la mayoría del Consejo.

“Nos empequeñece como democracia”, acotó Binner a renglón seguido.

Federico Storani, integrante del Consejo en representación de la UCR, trazó una breve historia de la influencia política en la designación de los jueces, primero con el ascendiente del senador Vicente Leónidas Saadi y luego con la impronta de Carlos Corach, ministro del Interior de Carlos Menem.

Tras las palabras de los dirigentes políticos, Marcela Rodríguez (ARI) convocó a las asociaciones civiles a sumar sus opiniones. Las críticas fueron todavía más crudas.

“Nos duele que la Justicia tenga que ir a comer de la mano de los políticos para evitar su remoción o garantizar su promoción”, se lamentó Carlos Adreucci, presidente de la Federación Argentina de Colegios de Abogados.

“No nos une el amor sino el espanto al proyecto”, agregó Juan Antoniaccio de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ).

Uno tras otro, los representantes de la Federación, de ACIJ, Poder Ciudadano, el Colegio Público de Abogados de Buenos Aires, el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP) y el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), entre otros, denostaron el proyecto de

Fernández de Kirchner con calificativos diversos.

Mañana, opositores y abogados llevarán sus cuestionamientos a la comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara de Diputados, en un intento por cambiar la voluntad del oficialismo. La definición, sin embargo, llegará recién en las sesiones extraordinarias de febrero. (DyN)