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El Consejo porteño avanza con un concurso sospechado (La Nación)

Por unanimidad, el Consejo de la Magistratura porteño decidió seguir adelante con un concurso sospechado, destinado a nombrar 18 fiscales en el fuero penal, contravencional y de faltas, que el propio jurado responsable de las evaluaciones había pedido investigar. Un candidato contestó un tema descartado, al que no debía tener acceso.

El Consejo de la Ciudad consideró que la transparencia del proceso no estaba en juego, pero no logró explicar cómo fue que un concursante contestó en el examen escrito las preguntas de un tema descartado, al que nunca debió haber tenido acceso. Ese concursante renunció, el Consejo dio por resuelto el problema (con los votos de macristas y kirchneristas, jueces y abogados) y el jurado está corrigiendo ahora los exámenes para avanzar con el concurso.

Para cada prueba, el jurado prepara dos casos, que son secretos, y el día de la evaluación sortea cuál se tomará. El otro no sale de su sobre y sólo los jurados, en teoría, lo conocen.

“El Consejo resolvió en forma unánime proseguir, interpretando que hubo una falla administrativa, en el reparto de los exámenes o en el armado de las fotocopias: un error que no le imputamos al concursante ni mucho menos al jurado”, dijo a LA NACION Juan Manuel Olmos, presidente del Consejo.

El concursante en cuestión es Alan Martín Nessi, presidente de la Asociación Unidos por la Justicia y responsable del Cuerpo de Investigaciones Judiciales del Ministerio Público Fiscal porteño, que depende del fiscal general Germán Garavano, cercano al macrismo. Fue Nessi quien denunció, tras el examen, que había resuelto un caso diferente al de los demás. Después, renunció al concurso.

Los jurados pidieron investigar lo sucedido y uno de ellos, el abogado Alberto Garay, renunció después de que el Consejo decidiera seguir adelante.

Una de sus compañeras del jurado fue quien se encargó de sacar las fotocopias (400 por caso, dada la gran cantidad de inscriptos) el día previo al examen, tarea en la que colaboraron dos empleadas del Consejo.

Un informe técnico advirtió que el día que se hicieron esas fotocopias, la máquina estaba habilitada para enviar mails y que, de la fotocopiadora, habían salido correos. Olmos explicó que, de la confrontación de este informe con los testimonios recogidos, surge que no salieron en el horario en que se estaban fotocopiando los temas de examen.

Si bien el concurso avanza, sigue abierto el sumario interno, del que no surgió hasta ahora ningún responsable. “Si la investigación no logró establecer qué fue lo que sucedió, entonces el Consejo no puede descartar que haya habido irregularidades más graves, como una filtración de los temas de examen”, dijo a LA NACION Renzo Lavin, coordinador del programa de Fortalecimiento de las Instituciones de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), y uno de los responsables de la iniciativa Concursos Transparentes, que estudió este proceso. “Si la hipótesis más grave fuera cierta [que el caso se filtró], no es suficiente la renuncia de un concursante; podría haber otros beneficiados”, agregó. La hipótesis contrapuesta es que a Nessi podrían haberle dado adrede un tema equivocado para perjudicarlo.

“El jurado consideró que había una situación grave, pero no logró demostrarse que haya habido un truco -dijo el juez y consejero Horacio Corti-, entonces lo más razonable es continuar con el concurso. Cualquier decisión tenía sus aspectos negativos: no es óptimo, pero consideramos que era la mejor opción.”

Por Paz Rodríguez Niell

La Nación