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Colombia es buen ejemplo

Entre otras iniciativas, Bogotá ha implementado un sistema de buses articulados (llamado TransMilenio), aislado de los automóviles y con estaciones similares a las de los subterráneos, que actualmente cuenta con 84 kilómetros. En promedio, los viajes en transporte público se redujeron a la mitad del tiempo.

Naciones Unidas eligió ese sistema como el único proyecto de transporte en el mundo que, por su demostrado impacto positivo en el medio ambiente, puede vender emisiones de carbono a otros países. Según un artículo de The New York Times en el que se resaltan las numerosas virtudes del TransMilenio, ese permiso le permitirá a Bogotá ingresar entre 100 y 300 millones de dólares.

A su vez, Medellín implementó un novedoso sistema de transporte a través de cable carriles que ha sido destacado por los expertos como un modelo de integración de los pobres a la ciudad que ha disminuido radicalmente los tiempos de transporte de los menos favorecidos. Según el diario español El País, el transporte público se complementa con nuevos puentes que vinculan los barrios marginales entre sí, posibilitando la unión de personas de barrios antes enfrentados.

El 40% del presupuesto de Medellín se destina a educación y, entre las iniciativas implantadas, se encuentra la construcción de grandes bibliotecas en los barrios más pobres. Más que bibliotecas son centros cívicos en los cuales hay conexiones gratuitas a Internet y se organizan actividades culturales y artísticas.

Esta iniciativa obtuvo numerosos premios internacionales y ha dado logros muy concretos, por ejemplo, en materia de seguridad. Las personas asesinadas bajaron en la ciudad desde 500 en 2002 a 36, en 2007.

En Cali se repiten experiencias similares. El ejemplo colombiano debería hacernos reflexionar. w

Por Ezequiel Nino

 

Fuente: CODIRECTOR DE LA ASOCIACION CIVIL POR LA IGUALDAD Y LA JUSTICIA

 

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Estrategia: Promoción de políticas públicas