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A tres años con un juez menos en la corte porteña, Macri da una señal

El Tribunal Superior de Justicia tiene una vacante desde 2009; ONG reclaman que se cubra el cargo; el gobierno porteño emite un nuevo decreto y se espera conocer al candidato

Por Maia Jastreblansky

El Tribunal Superior de Justicia porteño (TSJ) está por cumplir tres años con un cargo vacante. A dos meses de alcanzar esa instancia, el gobierno porteño firmó un decreto para rediseñar el procedimiento para la designación de magistrados. Una señal de avance, en medio de la larga espera para que el máximo tribunal de la ciudad esté completo.

Desde el primero de septiembre de 2009, cuando se jubiló su ex presidente, Julio Maier, el TSJ funciona con cuatro de los cinco jueces. Desde entonces, sobre el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, recayó la potestad de elegir a un candidato y enviar el pliego a la Legislatura, donde necesita dos tercios de los votos para su aprobación.

El nuevo decreto 381, que aún no fue publicado en el Boletín Oficial, dispone instancias de difusión de los CV de los candidatos a ocupar la corte de la ciudad y establece algunos espacios de observación ciudadana. Según indicó el subsecretario de justicia porteño Javier Buján a LA NACION, la norma establecerá que a partir de la difusión del postulante, durante diez días se podrán presentar “opiniones” a favor o en contra. El ministerio de justicia deberá luego elevar a Macri un informe con las adhesiones y rechazos.

“Dará apertura a la participación pero acotada a ciertos mecanismos y plazos y le dará la posibilidad al jefe de gobierno de repensar el pliego”, señaló Buján.

La falta de un magistrado por un lapso tan prolongado alzó hace tiempo la voz de distintas ONG que manifestaron que “dicha situación irregular ocasiona un serio daño institucional, afecta la interpretación del derecho local y altera la independencia de los jueces con posibilidades de cubrir dicha vacante”.

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el CELS y la Unión de Usuarios y Consumidores, entre otras organizaciones, le escribieron una carta pública a Macri en la que le manifestaron que “el estado de inacción por parte del jefe de gobierno constituye un inaceptable abandono sus indelegables obligaciones y competencias”.

“El jefe de gobierno tiene discreción para elegir su propuesta de candidato, pero no tiene discreción para elegir si integra el TSJ o lo mantiene incompleto”, agregaron. En las ùltimas horas, difundieron un spot para que el gobierno cubra sin más demoras la vacante en el máximo tribunal porteño.

UN ANTECEDENTE, UN MAL RECUERDO

Macri tuvo una única mala experiencia en la postulación de candidatos para ocupar el TSJ. Es que, tras la salida de Maier, el jefe de gobierno porteño había propuesto como reemplazante a Daniela Ugolini, una fiscal que era resistida por organismos civiles y sectores de la oposición. A los cuestionamientos, se sumaron cinco fallos judiciales por irregularidades en el proceso de designación referidos a los plazos en la presentación y a la falta de antecedentes de la postulante.

El escándalo por el pliego de Ugolini escaló hasta que se llegó a declarar un “conflicto de poderes” en la ciudad entre los jueces y los poderes ejecutivo y legislativo. El conflicto se saldó con la propia decisión de Ugolini de renunciar a la propuesta.

Tras ese antecedente, en septiembre de 2010, el gobierno porteño derogó el decreto 1620 del año 2003. En él se establecían mecanismos participativos que preveían un procedimiento público para la designación de los candidatos. El gobierno de Macri argumentó que “la herramienta procedimental” no había “resultado útil”, a la luz de lo ocurrido con su candidata.

Desde que se cerró el episodio con Ugolini no hubieron candidatos para ocupar la vacante y el TSJ funcionó con cuatro miembros a los que se sumaron, de manera alternada, los distintos presidentes de Cámara porteños.

“Hubo por lo menos nueve jueces distintos que en diferentes expedientes ocuparon la vacante”, observó el presidente del Consejo de la Magistratura porteño, Juan Manuel Olmos, en diálogo con LA NACION. “Si no hay una composición homogénea del tribunal, no hay una jurisprudencia estable y la salud institucional se ve seriamente afectada. La iniciativa de mandar un pliego es exclusiva del jefe de gobierno, y hay que esperar a esa decisión”, agregó.

Altas fuentes del ejecutivo porteño dijeron a LA NACION que aún “no saben” cuando se impulsará la nueva candidatura aunque señalaron que el decreto es el “preludio para impulsar el proceso”.

EXPECTATIVAS

A poco de cumplirse tres años con la vacante abierta, y con el nuevo decreto que tiene en carpeta Macri, la gestión de Pro modificará nuevamente el mecanismo de designación de jueces. Las ONG’s esperan que sea el preludio para que el jefe de gobierno diga un nombre, y se abra el proceso de designación.

Si bien el inminente decreto se refiere a la designación de los máximos funcionarios judiciales, todos los ojos están puestos en el puesto que debe llenarse en el TSJ.

La posibilidad de que Macri elija un candidato no pasa por alto en los corrillos de la Legislatura ni en los despachos de los jueces porteños. Según señalaron a este medio fuentes legislativas, judiciales y ejecutivas, Inés Weinberg de Roca, Esteban Centanaro y Carlos Balbín (jueces que integraron la Cámara Contencioso Administrativo porteña) son los nombres que suenan más fuerte.

Diario La Nación