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Piqueteros, con las vías de comunicación interrumpidas (Página 12)

A punto de llegar a un año del incumplimiento por parte de las empresas, los piqueteros resolvieron que es momento de protestar. Un reclamo por la falta de comunicación al cual los condenó Telefónica y Telecom, a pesar de las distintas reglamentaciones para que las compañías ofrecieran planes especiales a los beneficiarios del programa Jefas y Jefes de Hogar. Como las promesas quedaron en la nada, los piqueteros del Movimiento Teresa Rodríguez se movilizarán esta mañana, a las 11, a las sedes centrales de Telefónica y Telecom y entregarán allí un petitorio para que se aplique la demorada medida.
Todo comenzó hace casi un año, en mayo del 2004, cuando el Gobierno y las empresas rubricaron una “carta de entendimiento” para que los Jefas y Jefes tuvieran un trato preferencial en las comunicaciones telefónicas y en el acceso a Internet. Esta promesa quedó establecida en medio de las negociaciones entre el Ejecutivo y las compañías por un nuevo marco regulatorio de la actividad. Allí se definieron tres programas especiales en favor de los desocupados:
– Entrega de tarjetas telefónicas o un servicio de telefonía “virtual” a los beneficiarios del Plan Jefes que no tuvieran línea telefónica.
– Acceso a Internet a precios promocionales en las sedes que las empresas poseen en el interior del país.
– Incluir a los Jefas y Jefes con línea telefónica al plan que ya existe para los jubilados y pensionados.
De acuerdo con un relevamiento de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), ninguno de los planes comprometidos se puso en práctica. La asociación puso la mira no sólo en la responsabilidad que les cupo a las empresas sino también en lo que debería ser un deber del Gobierno. “El Estado no inició ningún procedimiento sancionatorio contra las compañías”, dice el informe.
Según el acuerdo entre las empresas y el Gobierno, Telecom debía distribuir 250 mil tarjetas de llamadas prepagas, con un saldo inicial de cinco pesos. Una vez agotada, el plástico podía recargarse con minutos de comunicaciones, pero con un descuento del 40 por ciento sobre el precio universal. Ese beneficio duraría un año.
A su vez, Telefónica se comprometió a aplicar un mecanismo similar de descuento. E incluso se añadió la posibilidad de que los Jefas y Jefes sin línea pudieran “levantar” hasta cinco mensajes mensuales en forma gratuita en los teléfonos públicos. También se entregarían plásticos de hasta 10 pesos para abonar mensajes adicionales.
A partir del incumplimiento de lo pactado, la ACIJ informó que, durante todo este año, tanto las empresas como el Gobierno se trasladaron responsabilidades entre sí y que hasta el momento no hubo una solución al conflicto. Fanny Pereiro, abogada de la ACIJ, dijo que “no existe ninguna respuesta sobre quién entregará las tarjetas ni cuándo se distribuirán”.
Las empresas alegaban que no tenían los padrones de beneficiarios del Plan Jefas y Jefes para entregar las tarjetas. Sin embargo, no es muy complicado acceder a esa información: el Ministerio de Trabajo los publica en su sitio de Internet. De todos modos, esa cartera remitió la información a las compañías en febrero pasado. Una muestra clara de la falta de voluntad del Gobierno para implementar el plan es que la Secretaría de Comunicaciones les transmitió a las telefónicas en marzo último que debían solicitar los padrones a la Anses. Es decir, esa dependencia ignoraba que Telefónica y Telecom ya contaban con la lista de beneficiarios, demostrando su escaso interés en el asunto.