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La política en la mira de las ONG (La Nación)

Confrontación y seducción. Choque de frente y asistencia a reuniones participativas. Esta es la interacción que se da entre las ONG que buscan incidir en políticas públicas y el poder de turno. Una relación con vaivenes, como la de un hermano menor que busca ganarse un lugar entre los más grandes, a los golpes.

Poder Ciudadano, Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), Cippec y Participación Ciudadana son algunas de las organizaciones que ponen su lupa sobre la política.

En su relación con políticos pasan de demandas judiciales a encuentros en mesas redondas, para ayudar a poner en práctica políticas públicas. Desde acciones para frenar el famoso tren bala hasta la colaboración con municipios para transparentar una licitación de recolección de residuos.

El proceso de incidencia puede apuntar a una acción concreta, en un tiempo corto, como llevar adelante una iniciativa popular. O apuntar a procesos largos, con logros pequeños de menor impacto, como el trabajo de hormiga de Poder Ciudadano en el Congreso, que ya lleva ocho años.

El comienzo del trabajo se da en la interacción. “El diálogo con las autoridades políticas puede ser de manera directa o mediatizada por la Justicia”, explica Gustavo Maurino, abogado, codirector de la ACIJ, que cuenta con 28 personas trabajando.

La directora ejecutiva de Poder Ciudadano, Laura Alonso, describe el desarrollo de la incidencia silenciosa que lleva la ONG en el Congreso Nacional. “Nosotros empezamos en 2000 con el monitoreo en el Senado. Comenzamos a asistir a las comisiones, que son públicas. Al principio nos miraban mal. Así conseguimos el primer banco de datos de los senadores, que fue la antesala a las declaraciones juradas logradas en 2003. Después, en 2005, interpusimos una acción judicial para conseguir un censo de personal que habían realizado en el Senado, pero que no era público.”

Mayor impacto
Después están las acciones de mayor impacto, como fue la iniciativa popular El hambre más urgente , realizada en 2002, que reunió más de un millón y medio de firmas. O cuando abordaron temas en agenda pública, como la campaña Detengamos el tren bala . “Sin embargo, las dos son importantes”, aclara.

Pero no es sólo salir con los tapones de punta. Las ONG también buscan asistir y dar ideas nuevas para llevar adelante políticas transparentes. En este caso, Poder Ciudadano trabaja con el municipio de Echeverría en la licitación del contrato de recolección de residuos. El proceso fue participativo desde el comienzo. Los ciudadanos pudieron realizar observaciones en audiencia pública, con la presencia de la organización. Ahora se espera la aprobación del pliego definitivo y el posterior llamado a licitación.

Una iniciativa novedosa es la que elabora con el municipio de La Plata: quieren implementar un sistema de consulta popular a través del celular. Para eso, el municipio consultó a la entidad para buscar asesoramiento.

No siempre lo pasado fue mejor. Ni para asesorarse ni para aliarse. En este caso, según los consultados, la vieja guardia de la política es la más reticente con las ONG y las reformas. Son más abiertos los que están hace menos tiempo, están menos a la defensiva ya que sienten menos responsabilidad del pasado. También los funcionarios técnicos se encuentran más dispuestos a recibir sugerencias que los funcionarios con puestos políticos.

Esto lo sabe Participación Ciudadana, que hace siete años trabaja en Tierra del Fuego y las otras cuatro provincias de la Patagonia, asociada a otras ONG. Allí impulsaron la primera iniciativa popular en la historia de Río Negro. Con las 14.000 firmas recolectadas lograron llevar al Congreso provincial la ley de economía social, junto al Obispado de Viedma y la asociación Surcos Patagónicos.

El proyecto de ley entró en comisión de la Legislatura rionegrina el 22 de julio. “Es muy importante por el hecho de generar la primera iniciativa popular. Y porque crea la figura de la economía social, que no existía. El éxito consiste en incluir en la legalidad a los pequeños productores que tienen emprendimientos familiares”, dice Guillermo Worman, director de la ONG. Esta iniciativa apoya, por ejemplo, a los mercados artesanales y a los productores de dulces y quesos. En Río Negro hay muchos, pero no son reconocidos legalmente.

Tierra participativa
En Tierra del Fuego lograron reconocimiento para la ciudadanía en el proceso de elección de los jueces. En primer lugar, los nuevos magistrados deberán hacer públicos sus antecedentes laborales. También los ciudadanos podrán hacer preguntas que tengan que ver con el concurso durante las entrevistas de selección. Deben entregarlas por escrito 48 horas antes. Además, las entrevistas serán abiertas al público.

“Antes la comunidad era espectadora de ese proceso”, dice Worman. En mayo último se realizaron las primeras preguntas públicas para la elección del vocal abogado del Tribunal de Cuentas y del tercer ministro del Superior Tribunal de Justicia.

Participación Ciudadana es parte de la Plataforma Patagónica de organizaciones sociales, que integran también Surcos, Encuentro, Sembrar y Gente Nueva. Se unieron a mediados de 2007 para trabajar en conjunto proyectos que son ampliados a toda la Patagonia.

En la ciudad de Buenos Aires, la ACIJ es una de las organizaciones que promueven la utilización de herramientas jurídicas, sobre todo para “grupos de la sociedad que tienen poco acceso a los derechos y a los instrumentos institucionales”, dice el codirector de la ONG.

En abril acudieron a la Justicia para que intimase al gobierno porteño a reordenar la falta de vacantes en el nivel inicial. Alrededor de 8000 chicos menores de 5 años no podían acceder a la educación. El Poder Judicial le ordenó que realizara un plan para llevar adelante esta problemática.

“Las políticas públicas tienen un marco constitucional y procedimientos que deben respetar. Esto fija el marco de cualquier política. Nosotros las analizamos a la luz de estos principios y realizamos acciones en caso de ser necesario”, opina Maurino.

Otras ONG como Cippec, además de tratar de incidir en lo público buscan fortalecer e instruir otras organizaciones para que aprendan a vincularse de mejor manera con el Estado. El Programa de Incidencia de la Sociedad Civil tiene ese fin.

El mes último convocaron a dos encuentros en Mar del Plata, con la participación de cuarenta ONG locales, para fortalecer su trabajo con el Estado. El objetivo es realizar un diagnóstico y elaborar acciones en conjunto con la Dirección de Relaciones con Organizaciones de la Sociedad Civil de la Municipalidad de Mar del Plata, según cuenta Vanesa Weyrauch, directora del programa.

En los próximos meses realizarán ciclos de capacitación en Corrientes y Santa Fe, donde asesorarán al gobierno santafecino en la planificación estratégica y participativa que realiza, junto con ONG y empresarios. Poco a poco Cippec irá sumando nuevas acciones.

Es que los procesos son largos. A veces lleva tiempo cambiar prácticas políticas instaladas. A veces la demanda ciudadana acelera esos tiempos.

¿Hijos del rigor? “El sólo hecho de saberse mirados hizo cambiar la conducta de los políticos”, dice Alonso, sobre las iniciativas de monitoreo que generaron muchas ONG.

Al parecer, la lupa es saludable para la democracia.

Por Julián María Iturrería

La Nación