ACIJ / Sin categoría

La Justicia multó a TBA por deficiencias en los trenes de la ex línea Sarmiento (Clarín)

A partir de una acción judicial iniciada por la Unión de Usuarios y Consumidores, la Justicia condenó con una multa de diez mil pesos diarios a la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) por no obedecer una orden que la obliga a mejorar el servicio que presta a los usuarios del ramal Once-Moreno.

La medida fue adoptada por el juez federal Ernesto Marinelli, a cargo de la causa. El magistrado habló de discriminación, al afirmar que “quienes viajen en esta línea reciben un servicio desigual y secundario respecto del que se les otorga a los pasajeros del ramal Retiro/Tigre”.

En la resolución se destaca que basta “con las pruebas arrimadas a la causa por la propia concesionaria para tener por acreditado el incumplimiento de la sentencia” como también deja en claro que la sola existencia de un vidrio roto “es susceptible de comprometer la integridad física y hasta la vida de los usuarios.

“La justicia ha adoptado un rol activo en defensa de los usuarios del servicio ferroviario. Los jueces tienen la obligación de controlar el cumplimiento de la Constitución Nacional y de los marcos regulatorios y, por lo tanto, es elogiable que le exijan a las empresas de trenes que cumplan con estos marcos normativos”, explicó Ezequiel Nino, co-director de la ACIJ.

Gustavo Gago, gerente de Relaciones Institucionales y Comunicaciones Externas de TBA, se comunicó con Clarín.com para dar su opinión: “Nosotros apelamos e impugnamos la prueba. La sentencia que dictó el juez es ridícula y atemporal. Vamos a interponer un recuerso de apelación y haremos las constataciones en los talleres para acreditarle que cumplimos con todo”.

“Actualmente estamos haciendo un alistamiento general de limpieza y un chequeo especial a todas las formaciones”, sostiene el vocero.

Para Gago, la causa “es atemporal porque data del 2001 cuando en plena crisis se nos rompía un vidrio y los propios proveedores no nos entregaban los repuestos. Esta situación que se plantea es vieja. El juez no puede esperar que cuando rompen un vidrio se pare el tren”, concluye.
Clarin.com