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En un centro de evacuados ya hay 1.500 personas y venden casillas (Clarín)

El centro de evacuados, instalado en febrero del año pasado en pleno Parque Roca, hace mucho que dejó de ser una solución momentánea para las 220 familias de la incendiada Villa El Cartón. Hoy viven 1.500 personas en un predio desértico junto a la AU7, que fueron reubicadas por el Gobierno de la Ciudad. Cincuenta familias llegaron desde el asentamiento que estaba junto a las vías de la Estación Chacarita en julio de 2007, durante la gestión de Jorge Telerman. Ya este año, en febrero, llegaron más de 30 de la Villa 21 de Barracas y en los últimos meses se sumó el resto desde las cercanas Fátima y Los Piletones de Soldati.


Todos recibieron la misma promesa: en seis meses tendrían sus casas definitivas. Pero el tiempo pasa, las obras están atrasadas y las condiciones de las viviendas de madera y los improvisados servicios se deterioran, porque fueron pensados para pocos meses y pasaron casi dos años. Estas condiciones de precariedad y el hacinamiento hacen que muchos quieran irse y, en los últimos meses, se generó un fenómeno inmobiliario que pone en evidencia el grave déficit habitacional de la Ciudad. Los refugios de 5 x 9 metros se venden entre $ 4.000 y $ 6.000, y los alquileres superan los $ 400.

La entrada principal al complejo se encuentra por la avenida 27 de Febrero, en un área despoblada de Villa Soldati, en el fondo del Parque Roca junto al Riachuelo. Las tierras públicas del Parque están gestionadas por la Corporación Buenos Aires Sur, que se encargó de montar un campamento que impacta por el cerco perimetral que, según quien lo mire, aísla o garantiza la seguridad de los evacuados. Lejos de todo, al lugar no llega el transporte público, no hay luz ni agua (camiones de Gobierno llegan periódicamente a llenar los tanques de los refugios), y las raciones en los comedores La Misión y Las Gemelas no alcanzan hace tiempo.

Para mejorar la presión y provisión de agua, se está construyendo una cisterna sobre la calle Pergamino. Además, se ha instrumentado un sistema de transporte gratuito hasta las escuelas y las paradas de colectivos, para evitar el aislamiento total. El primer micro sale a las 7 y el último vuelve a las 10 de la noche. Si lo perdés, no hay manera de llegar hasta acá , explicó Isabel Ruiz, una de las vecinas que reniega haber aceptado el traslado con la esperanza de tener su casa definitiva.

Esa es la esperanza de la mayoría: mudarse pronto al complejo de viviendas destinado a estas familias, que se está construyendo en Av. Castañares y General Paz. Pero la obra ejecutada por Instituto de la Vivienda (IVC) avanza lentamente y recién estaría terminada en dos años. A ese complejo de 780 viviendas, también irían las familias que vinieron de Chacarita. Nos trajeron engañados con la promesa que en seis meses íbamos a tener nuestras casas. Pero seguimos acá, no paran de traer gente y nadie sabe cuánto vamos a seguir en este lugar , dijo con resignación Juan Carlos Díaz, que vivía en El Cartón.

El Gobierno porteño asegura que no hay un plan para trasladar gente de otros asentamientos al Parque Roca. Los únicos que llegaron en los colectivos gratuitos fueron evacuados que estaban en peor situación y se les dio una solución momentánea , asegura la ministra de Desarrollo Social porteña, María Eugenia Vidal. Ofrecemos subisidios de $ 450 por 10 meses a los vecinos que se quieren mudar del centro de evacuados. Los que aceptan, luego no pueden acceder a la vivienda que se les prometió cuando se incendió la villa , agrega la funcionaria.

El compromiso oficial fue crear un lugar limpio, seguro, con comedores comunitarios y un centro de salud. Pero casi nada está como se planeó y, cada día que pasa, las condiciones de habitabilidad empeoran drásticamente , afirma Luciana Bercovich, coordinadora del programa en villas de la Asociación por la Igualdad y la Justicia (ACIJ). Esta entidad es auditora del centro, designada por el Juzgado N°2 a cargo de Roberto Gallardo, que tiene la causa del incendio en El Cartón y viene siguiendo el deterioro en la condiciones de vida del lugar.

Para empeorar la situación, en los últimos meses, se multiplicó la venta y alquiler de las precarias casas. La auditoría de octubre de la ACIJ advierte: Nuevas personas vienen al campamento comprando la vivienda a aquellos que deciden irse . Para distribuir las casas, el Gobierno cuenta con tres censos de habitantes de Villa Cartón: el del IVC, el de la fundación BAP (Buenos Aires Presente) y el del RUB (Registro Unico de Beneficiarios), que se realizó con el programa de Ciudadanía Porteña. Los datos incluyen a las familias de El Cartón, Chacarita y Barracas, pero la ACIJ calcula que hay más de 500 personas sin censar.

La Defensoría del Pueblo porteña también advirtió sobre las condiciones sanitarias del lugar. El 14 de agosto murió un bebé de cuatro meses. En ese momento, la salita de primeros auxilios estaba cerrada y la ambulancia nunca llegó. Los médicos de la ONG Propuesta Tatú, que van todos los jueves al predio, detectaron infecciones, intoxicaciones y problemas cada vez más frecuentes en la piel.
Por Cristian Scarpetta

Clarín