ACIJ / Prensa

El polo petroquímico de Dock Sud, eje de polémica

Los vecinos de Villa Inflamable se manifestaron en el Palacio de Tribunales. Demandaron participar en el proceso de debate y se mostraron disconformes con el destino al cual serán relocalizados.

Por: María Belén Etchenique

 Deudas sociales y atrasos en los plazos. Dos conclusiones que quedaron en el aire y en la mente de los asistentes al retirarse del recinto donde se desarrolló una nueva audiencia pública para conocer los avances en la causa por la reconversión de la cuenca Matanza-Riachuelo. El anuncio de Juan José Mussi, titular de la Autoridad de Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR), sobre la falta de presupuesto para continuar con el plan de saneamiento y la denuncia de nula participación en el debate por parte de los vecinos de Villa Inflamable y del asentamiento 21-24, de Capital, potenciaron esas deducciones.

Ricardo Lorenzetti, titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, comenzó con el sondeo. Entre las preguntas múltiples, una respuesta despertó la bronca de las familias de Villa Inflamable. La pregunta fue sencilla pero la contestación vaga. “¿Los habitantes de Villa Inflamable fueron consultados en relación a su relocalización?”, “¿Están de acuerdo con el destino asignado?”, indagó Lorenzetti. “En forma personal el intendente de Avellaneda (Jorge Ferraresi) ha trabado en el tema. En muchos lugares cuesta pero creo que estamos en el buen camino y nuestro criterio es que nadie se vaya sin una llave en la mano”, respondió Mussi.

Fuera de la sala de audiencias de la Corte los gritos recrudecían. Una puerta de madera -de importantes dimensiones- dividía la realidad relatada por ACUMAR y la contada y padecida por los vecinos. Las familias de Villa Inflamable indicaron que su participación es nula y que no son tenidos en cuenta. “Están haciendo las cosas por su cuenta, sin consultar. Pedimos establecer un diálogo. Queremos definir una mesa de trabajo”, manifestó Ernesto Blanco a avellaneda.clarin.com.

Los habitantes de Villa Inflamable explicaron que el predio al cual serán trasladados se encuentra en el límite entre Isla Maciel y Villa Tranquila. “Sabemos que la gente de la zona quiere utilizar ese terreno. Nosotros somos externos. Va a haber problemas si nos instalamos”, indicó Claudia Spinola. La vecina de Villa Inflamable además transmitió una preocupación que desvela a las 1.500 personas que deben ser relocalizadas: “El terreno está enfrente de la cancha de San Telmo. Se van a producir batallas campales entre los hinchas del Docke y el Candombero”. El enfrentamiento que existe entre ambas facciones es brutal y de larga data.

Un enunciado nuevo, esta vez del representante de la provincia de Buenos Aires, volvería a despertar indignación de los vecinos. José Luis Enríquez expresó que “el polo petroquímico de Dock Sud debe llamarse Puerto Dock Sud, ya no quedan productos químicos. Solo se almacenan hidrocarburos”. A sus palabras, Spinola contrastó: “siguen contaminando. Dejo la ropa en remojo y al otro día encuentro hollín pegado. Eso respiramos todos los días. Es cuestión de ir y ver”.

Según explicaron los habitantes, se enteraron que iban a ser relocalizados en 2011 cuando les empezaron a prohibir el ingreso de materiales al barrio, situación que empeoró sus condiciones de vida. “La medida se tomó para evitar que las familias sigan construyendo pero se necesitan elementos para mantener las viviendas hasta tanto los vecinos sean relocalizados. Eso llevará tres años. Mientras tanto, las viviendas necesitan ser mantenidas”, reclamaron desde la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), que acompaña a los vecinos, que en marzo iniciaron un recurso de amparo. “Muchas casas, que fueron destrozadas por el temporal, no pudieron ser arregladas. Continúan así y nada se hace”, describió Blanco.

Por ellos y para ellos se dictó la sentencia de la Corte Suprema. Sin embargo, para ser escuchados tienen que elevar la voz y colarse entre las declaraciones a través de un grito.

Clarín Avellaneda