ACIJ / Prensa

#Chequeoenvivo: debate porteño sobre vivienda

Por Pablo M. Fernández, Olivia Sohr, Manuel Tarricone, Matías Di Santi, Ariel Riera y Laura Zommer.

Un análisis de la discusión entre los precandidatos de la Ciudad, que no están primeros en las encuestas.

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), con el apoyo de TECHO, organizó un debate entre los precandidatos a Jefe de Gobierno y a legisladores porteños sobre políticas de Vivienda. El equipo de Chequeado protagonizó un chequeo en vivo del debate. Acá, algunas de las frases que se analizaron en el momento.

– Pablo Ferreyra: “Hay un crecimiento [poblacional] en villas de un 50% en diez años”

VERDADERO

Efectivamente, de acuerdo con los datos del último Censo nacional que realizó el INDEC, la población que vive en villas y asentamientos en la Ciudad aumentó en un 52% entre 2001 y 2010, como dijo el precandidato a jefe de Gobierno porteño de Alternativa Buenos Aires.

En números absolutos, la cantidad de personas en esta situación pasó de 107,4 mil a 163,6 mil.

El INDEC realiza Censos nacionales cada diez años porque así lo establece la metodología internacional, por lo que aún no hay datos más actuales.

Pero la Secretaría de Hábitat e Inclusión (SECHI) del Gobierno de la Ciudad dio a conocer una estimación intercensal que calcula 275 mil personas habitantes de asentamientos informales. Al considerar este dato, el aumento fue de 156% en los últimos catorce años, y de casi 70% en los últimos cuatro.

La organización TECHO publicó en 2013 un relevamiento propio de asentamientos informales. De acuerdo con este documento, en la Ciudad viven alrededor de 337.180 personas en villas y asentamientos, que corresponde a 73.300 familias.

– María José Lubertino: “[Hubo] subejecución presupuestaria” VERDADERO

Tal como dijo la precandidata a legisladora porteña por el Frente para la Victoria María José Lubertino, el análisis de los presupuestos durante la gestión del PRO muestra una baja en las partidas destinadas a las funciones relacionadas con Vivienda y subejecución de las partidas que se asignaron.

El último informe anual completo de ejecución del presupuesto de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP) es el del año 2013, que señala que el crecimiento de la función de Vivienda fue “uno de los más bajos de la administración porteña”. El mismo informe detalla también que “cabe destacar que esta función sufrió un recorte presupuestario de 153 millones en el último trimestre”.

Sobre la ejecución hasta el tercer trimestre de 2014, la misma organización señala que “las funciones de Vivienda y Agua Potable y Alcantarillado presentan los menores niveles de ejecución, en torno al 40%”.

En la misma línea, un análisis de la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ) sobre el presupuesto de 2015 concluyó que “el programa Radicación, Integración y Transformación de villas y NHT del IVC es el que mayor recorte sufre en este proyecto de presupuesto, siguiendo la lógica de la magra asignación que dicho programa viene teniendo en los últimos años. Si realizamos una comparación interanual con el crédito vigente del programa, podemos observar como decaen las partidas”.

El informe también sostiene que se pueden observar “alarmantes subejecuciones presupuestarias”.

– Ramal: “La relación entre el salario y el valor de la propiedad es la más alta de la historia” VERDADERO

En 2003, se necesitaban 61 salarios promedio para comprar una propiedad de 60 m2 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). Nueve años más tarde, este indicador empeoró: en 2012 se necesitaron 78 salarios promedio para acceder a una vivienda de las mismas proporciones, detalla un documento elaborado por el Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) y la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).

“En los últimos años se evidenció también un fuerte crecimiento en los salarios nominales en el país y para los habitantes de la CABA en particular. Ahora bien, cuando se compara la capacidad de compra de los ingresos totales familiares en relación a la evolución del valor del m2 en la Ciudad, se puede observar un empeoramiento de este indicador a lo largo de la década”, describe el informe.

A fines de 2003, el ingreso promedio de una familia era de US$ 588 y el valor de un departamento de 60 m2 era de 36 mil dólares. En los nueve años siguientes, el salario promedio en dólares creció un 204%, mientras que el valor de un departamento se incrementó un 285 por ciento.

Un cálculo realizado por el economista Orlando Ferreres revela que en 1994 eran necesarios 40 sueldos para comprar una vivienda de 50 m2 en la Ciudad. Según su estimación, en la actualidad fluctúa entre los 70 y los 80 salarios.

– Fernando Sánchez: “La Ciudad de Buenos Aires se ha ido alquilerizando” VERDADERO

“La Ciudad de Buenos Aires se ha ido alquilerizando”, apuntó Fernando Sánchez, precandidato a vicejefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por Energía Ciudadana Organizada (ECO). Efectivamente, una mayor proporción de personas son inquilinos. Este fenómeno también se registró a nivel nacional, aunque con menor intensidad que en la Ciudad, donde los expertos señalan la falta de crédito y el aumento del precio de la tierra como causas principales.

En 2001, un 22,2% de las familias de la Ciudad alquilaba su vivienda. Para 2010, esa proporción de inquilinos pasó a casi el 30%, es decir, un aumento de 8 puntos en diez años. Los datos son oficiales y corresponden a los resultados de los últimos dos Censos nacionales.

Una situación similar, aunque con menor énfasis, sucedió en todo el país, en ambos casos acompañada con una menor proporción de los propietarios. “En 2001, el 70,64% del total de los hogares era propietario, mientras que en 2010 esa proporción descendió al 67,7%. La disminución de esta forma de tenencia tiene su correlato en el incremento de la proporción de hogares inquilinos, que pasaron de representar el 11,1% del total de hogares en 2001 al 16,1% en 2010”, señala un informe del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS).

Sobre la Ciudad en particular, el CELS destaca que “el dato más saliente es el aumento de un 193% de hogares que alquilan casas tipo B”, las que casi en su totalidad “corresponden a viviendas en villas o asentamientos”.

Sobre las razones, Raúl Fernández Wagner, investigador del Instituto del Conurbano de la Universidad Nacional de General Sarmiento (ICO-UNGS) y profesor del área de Urbanismo, destacó en un chequeo publicado por este sitio que “el encarecimiento de la tierra y la debilidad de las políticas públicas urbanas y de vivienda social, sumados a la ausencia de un crédito hipotecario accesible, traen como consecuencia, que se incremente la venta informal de la tierra, en las clases bajas, y del inquilinato en las clases medias”.

“La ausencia de crédito hipotecario limitó el acceso a la propiedad y determinó un aumento muy importante de la participación de familias que alquilan en la Ciudad”, coincide un documento del Instituto de la Vivienda de la Ciudad (IVC) y la Universidad Torcuato Di Tella (UTDT).