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Acallar voces lesiona la democracia

Posición de ACIJ sobre los recientes sucesos acaecidos en la provincia de Tucumán. ACIJ condena enérgicamente la represión de la manifestación ocurrida en el día de ayer en la Plaza Independencia de San Miguel de Tucumán, llevada a cabo por la Policía de la Provincia. En consecuencia, exige al gobierno provincial que asuma las responsabilidades que le caben en torno a dichos sucesos, que facilite la actuación del Poder Judicial en la realización de las investigaciones correspondientes y que adopte las medidas necesarias para que, en el futuro, la actuación de las fuerzas de seguridad en contextos de protesta social sea compatible con los principios democráticos y el respeto de los derechos humanos. Asimismo, ACIJ lamenta los sucesos vinculados a la quema de urnas en distintas localidades provinciales, acaecidos durante la última jornada eleccionaria. Sea que respondan al accionar de uno u otro sector político, y sin perjuicio de la determinación de responsabilidades individuales que compete al Poder Judicial, dichas prácticas son -por sus implicancias tanto simbólicas como materiales-, vergonzantes para nuestra democracia. El sistema democrático se erige sobre el ideal del autogobierno colectivo. Esto significa que, así como nos gobernamos individualmente en los temas que sólo nos incumben privadamente, en los asuntos que nos atañen como comunidad nos regimos por decisiones adoptadas colectivamente por todos/as los/as ciudadanos/as que la integran, y/o por sus representantes. Para poder ejercer colectivamente el poder público se utilizan herramientas que permiten expresar los puntos de vista y preferencias de todos los ciudadanos. El más primario de esos mecanismos es el sufragio, instrumento a través del cual elegimos a las personas que estarán a cargo de tomar buena parte de las decisiones públicas, y también la protesta es una forma de participación democrática, a través de la cual los ciudadanos se manifiestan y ejercen sus derechos constitucionales a la libre expresión y a peticionar a las autoridades. Es así que tanto la emisión del sufragio como la protesta social son formas de expresión de la ciudadanía, necesarias para el ejercicio de su derecho a autogobernarse. En este sistema político, nadie tiene el derecho ni puede arrogarse la facultad de hacer callar la voz de los/as otros/as. Todos/as tenemos el mismo derecho a expresar nuestras ideas y puntos de vista y eso constituye un pilar fundamental del sistema democrático, que debe ser garantizado por las autoridades públicas. Ello es indispensable para una convivencia armónica y tolerante entre todos los miembros de nuestra comunidad, independientemente de nuestras posiciones y preferencias.
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Crédito: La Gaceta